Génesis del cocido en Barcia

Más de un millar de personas acuden a la recreación del sacrificio del cerdo, un ejemplar de raza “lalaíno” que pesó 180 kilos en canal

Lalín

Más de un millar de personas se acercaron ayer hasta la parroquia de Barcia para presenciar la matanza del cerdo que, organizada por el Concello de Lalín, cumplió ya 23 ediciones. La jornada soleada invitó más si cabe al público a vivir en primera persona este evento etnográfico que, cumpliendo con la normativa de bienestar animal, recrea los distintos momentos del sacrificio del cerdo, en este caso un ejemplar de raza lalaíno criado por un vecino e Botos de que pesó 180 kilos en canal.

En torno a 70 vecinos de la parroquia participaron en la organización de lo que tradicionalmente siempre fue una jornada festiva y de trabajo cooperativo entre vecinos y familiares. Porque al margen de que presenciar como se despieza un cerdo pueda resultar, a ojos de algunas personas, más o menos agradable, esta materia prima de máxima calidad es esencial para luego disfrutar en la mesa con un auténtico cocido de Lalín. Una decena de hombres ayudaron al matarife, Mauro Iglesias, a chamuscar el cerdo, partirlo y colgarlo para que el aire empezase ya a curtir sus carnes.

Algunos niños participaron en estas tareas, mientras decenas de personas tomaban imágenes con sus teléfonos, y de fondo sonaba la música tradicional de Os Trasnos y de Repenicando. Los ediles Avelino Souto y Carmen Canda, naturales de la parroquia, intervinieron en la organización, que contó de nuevo con el doctor en Antropología Xoán Carlos García Porral para comentar hasta el más mínimo detalle de la matanza en diálogos con el periodista Manuel Vilariño.

Políticos

En el entorno de la casa de José Manuel Presas López, que cedió su inmueble para la cita, se dieron cita más cargos públicos que de costumbre –las elecciones están a la vuelta de la esquina– y el más visible de todos era el alcalde, José Crespo, con un llamativo y abrigoso jersey de lana que había comprado en una visita a Bruselas para la primera edición de la matanza. Además de la práctica totalidad del grupo de gobierno, también acudió el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez o la directora xeral de Xuventude, Cristina Pichel. El líder de Compromiso, Rafael Cuíña, llegó acompañado de miembros de su partido y también estuvo el portavoz del BNG, Francisco Vilariño, o la edil socialista María Iglesias Cobas.

El alcalde, en la comida, agradeció la implicación y “disponibilidad” de los vecinos para organizar una celebración en la que se repartieron chorizos, torresmos y otras viandas, además de 200 bandejas con postres como filloas, orejas, rosquillas, cañas o flores.

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