A Estrada enviará a la Xunta un inventario de los inmuebles, públicos y privados, en estado ruinoso
La consellería se encargaría del proceso para licitar y ejecutar las obras de demolición | En la lista estarán al menos cuatro estructuras de edificios en el casco urbano y tres inmuebles con declaración de ruina en el rural

El matadero municipal, en una de sus últimas imágenes, completamente arrasado por el deterioro, el abandono y el pillaje. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela
A Estrada pasa revista. El Concello, a través de su departamento municipal de Urbanismo, concluirá en los próximos días un inventario que tiene previsto remitir a la Xunta de Galicia en relación a los inmuebles, tanto públicos como privados, que se encuentran en una situación ruinosa y que precisan una intervención de carácter urgente, ya sea tendente a su demolición como a una intervención que promueva la conservación del bien. El alcalde de A Estrada, José López Campos, informó de que la administración municipal trabajará en esta dirección de la mano la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, con competencia en materia de Urbanismo, de manera que sea el Concello el que dé traslado de este inventario de inmuebles para que la Xunta realice los correspondientes trámites de licitación y ejecución en aras a mejorar las condiciones de seguridad y estética que ofrecen numerosos inmuebles.
El área que coordina el edil Gonzalo Louzao se encargará de trabajar en estos expedientes en colaboración con la Alcaldía. Los primeros en incorporarse a este inventario –será remitido a la Xunta a finales de la semana que viene– serán los inmuebles que requieren la adopción de medidas porque se encuentran en estado de ruina. En este punto, el concejal estradense de Urbanismo quiso aclarar que existe la denominada ruina técnica y la económica. La primera hace alusión al agotamiento en sí de la estructura y, la segunda, se declara cuando el arreglo de una edificación costaría más de la mitad de lo que exigiría una construcción nueva. Louzao hizo hincapié en que cuando sobre un inmueble pesa un expediente de ruina, la única alternativa permitida es la demolición, siendo obligatoria la presentación de un proyecto de demolición en el plazo otorgado por el Concello, solicitar licencia para proceder a la obra y ejecutar el derribo, dejando limpia la parcela (por tanto gestionando también los residuos resultantes).
La única excepción a esta norma son las viviendas tradicionales. Los ejemplos de este tipo son numerosos, en especial en el ámbito rural. Se trata de casas de las que, en muchos casos, únicamente queda una parte de la fachada o sus piedras. Sin embargo, con el fin de proteger bienes tradicionales, resulta obligatorio el arreglo, no la demolición.
Obras y factura
En el caso de que los particulares no realicen la demolición o reconstrucción que se ordena desde la administración, esta puede actuar de manera subsidiaria, ejecutando las obras y girando el coste correspondiente a los propietarios.
En este contexto, Urbanismo determinará dónde están estas ruinas en A Estrada, tanto privadas como públicas, remitiendo a la consellería informe con la ubicación de los edificios y el informe técnico de que se trata de una ruina. De este modo, el Concello se quedará en la parte urbanística, sin entrar en la ejecución ni la licitación de la obra. Ello implicaría que la Xunta se encargue de la gestión de la obra, de asegurar el acceso a la propiedad privada y de repercutir los costes correspondientes, liberando al área municipal de Urbanismo de un trabajo que contribuye a atascar la actividad del departamento.
El objetivo de esta acción es repercutir positivamente en la estética del conjunto urbanístico, además de garantizar que estos inmuebles no supongan un peligro para la integridad física de los ciudadanos.
El Concello todavía no facilitó el inventario íntegro de las ruinas que trasladará a la Xunta, si bien todo parece indicar que, en el ámbito de las edificaciones públicas, la sede del matadero municipal –en Penerada– tiene todas las papeletas para figurar en lo alto de la lista, habida cuenta de que esta estructura se muestra completamente irrecuperable, con serios daños en la estructura. A ello se suma el vandalismo, el pillaje y la acumulación de grandes cantidades de basura.
Además, en estos momentos el Concello de A Estrada tiene abierto expediente de ruina para tres inmuebles en el ámbito rural –dos en A Somoza y uno en San Xurxo de Vea–, con titulares desconocidos y con riesgo de derrumbe sobre la vía pública. A mayores, en el casco urbano existen ejemplos de antiguas estructuras a las que el ayuntamiento hace tiempo que ha querido plantar cara ante la muestra de feísmo que representan y las condiciones en que se encuentran. Se trata de estructuras en la calle Fermín Bouza Brey, Rúa 56, en la Avenida de Pontevedra y en la entrada al casco urbano desde Matalobos.
En otro orden de cosas, el departamento de Urbanismo de A Estrada tiene en marcha diversos expedientes relacionados con inmuebles cuyas fachadas y cierres incumplen las directrices de conservación y ornato recogidas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), una normativa que, a su vez, bebe de lo recogido en la propia Lei do Solo de Galicia.
En concreto, el edil Gonzalo Louzao confirmó que son 163 los expedientes abiertos –solo en el casco urbano– por esta cuestión. En el caso de los cierres en casco urbano, el PXOM contempla que han de realizarse con materiales opacos, con una altura máxima de un metro y medio sobre el perfil longitudinal de la calzada, admitiéndose sobre ella un cierre diáfano vegetal hasta completar los dos metros y medio.
En caso de que se trate de cierres provisionales, hasta que se edifique, tienen que ser realizados con materiales opacos con una altura de dos metros y medio, revocados y pintados. Por tanto, no están autorizados los cierres con bloques tan habituales o los hechos con ladrillo. Lo mínimo exigible sería revestimiento y pintado. En el caso de las fachadas y bajos, las directrices son amplias, pero pasan –en líneas generales– por un nivel de ornato que sería incompatible con ladrillos a la vista o un revestimiento de cemento. La pintura después de uniformar la estructura sería requisito imprescindible. Calles en las que se concentran este tipo de expediente serían la Rúa Serafín Pazo, San Paio, Rúa 56 –donde dan las traseras de las edificaciones de la Rúa San Paio o la zona de Calvo Sotelo próxima a la Praza de Galicia.
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