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Una científica estradense revela la relación entre atracones de alcohol en jóvenes y alteración intestinal

Carina Carbia lideró en Irlanda esta investigación y ahora estudia desde Bruselas la relación entre la microbiota intestinal y las adicciones

La investigadora estradense Carina Carbia.

Se llama Carina Carbia, es de A Estrada y tiene una brillante trayectoria científica. Doctora en Neurociencias por la Universidad de Santiago de Compostela, esta investigadora estradense obtuvo en 2018 uno de los contratos más competitivos a nivel europeo –lleva el nombre de Marie Curie–, que la condujo a uno de los centros más prestigiosos del mundo en su campo, el APC Microbiome Ireland, con sede en el University College Cork. Carbia se encargó de dirigir el estudio, que descubrió que las alteraciones del microbioma intestinal –microorganismos que viven en el sistema digestivo del ser humano y afectan a la salud– están relacionadas con el consumo excesivo de alcohol, una práctica muy común entre los jóvenes.

Los resultados de esta investigación científica fueron publicados en la prestigiosa revista The Lancet eBioMedicine y corroboran las pruebas de que el microbioma intestinal parece regular el funcionamiento cerebral y emocional. El estudio se realizó entre 71 jóvenes, investigando la posible relación entre el microbioma intestinal y la cognición social, la impulsividad y el ansia o ganas de ingerir más alcohol. “El consumo excesivo de alcohol se asoció con alteraciones distintivas del microbioma y dificultades en el reconocimiento emocional”, indican. De este modo, se hallaron asociaciones entre varias especies del microbioma relacionadas con el funcionamiento cerebral, en concreto el procesamiento emocional y la impulsividad. Asimismo, lo investigadores observaron una estrecha relación entre el ansia por consumir (o craving) y las alteraciones en la composición del microbioma y su potencial neuroactivo a lo largo del tiempo.

Entienden estos científicos que los hallazgos podrían ayudar a desarrollar nuevas intervenciones dietéticas o pre/probióticas dirigidas a mejorar las alteraciones cognitivas y de la microbiota relacionadas con el alcohol en jóvenes bebedores durante la adolescencia, “un período de vulnerabilidad debido a que el desarrollo a nivel eje cerebro-intestino aun esta por completarse”.

Candidatos a adicciones

Carina Carbia, investigadora postdoctoral financiada por el programa Marie Skłodowska-Curie de la UE desarrolló esta labor en el laboratorio del profesor John Cryan y el profesor Ted Dinan. “Al centrarnos en adultos jóvenes, en un momento crucial del desarrollo tanto del cerebro como del sistema inmunitario e intestinal, identificamos alteraciones del microbioma intestinal relacionadas con el consumo excesivo de alcohol. La composición del microbioma se asoció con la cognición social y la impulsividad, lo que refuerza la creciente evidencia de que el microbioma intestinal desempeña un papel clave en el funcionamiento del cerebro y el comportamiento”, apunta esta estradense. Añaden que los cambios en la composición del microbioma intestinal y el potencial neuroactivo se asociaron con una mayor ansia de consumo a lo largo del tiempo, constituyendo interesantes candidatos a biomarcadores tempranos de la dependencia al alcohol.

De este modo, en base a las explicaciones ofrecidas por John Cryan, el estudio concluye que el patrón más común de consumo abusivo de alcohol durante los primeros años de la edad adulta está relacionado con alteraciones del microbioma intestinal, incluso antes de que se desarrolle una adicción. Además, hacen hincapié en que pone de relieve la importancia del microbioma intestinal en la regulación del ansia de consumo, la cognición social y el funcionamiento emocional. “Los resultados apoyan el desarrollo de intervenciones nutricionales o dirigidas a la microbiota para modular positivamente la comunicación intestino-cerebro durante este período vulnerable de la adolescencia, antes de que se desarrolle una adicción”, sostienen.

Actualmente, esta investigadora de A Estrada reside en Bruselas, liderando un innovador proyecto que trata de encontrar alteraciones tempranas en la microbiota del intestino que ayuden a identificar a las personas con mayor vulnerabilidad a desarrollar una adicción.

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