Lleva el nombre de ‘feria internacional de apicultura’, y por segunda vez ha demostrado que se lo merece. Alvariza cerró ayer sus puertas en la Carpa do Cocido tras dos jornadas de intensa afluencia y un programa para todas las edades. Las ventas pudieron ser inferiores al volumen de visitantes, vale, pero todos los puestos quedaron satisfechos y con la vista puesta ya en la próxima edición.

Una de las alvarizas que pudieron contemplar los asistentes a la Ruta Abelleira.

La segunda y última jornada de Alvariza comenzó, precisamente, con una ruta por la Serra do Candán para ver siete de estas construcciones que protegían las colmenas del ataque de los osos. En esta zona hay en torno a un centenar de alvarizas, como indican desde Roteiros de Lalín. Algunas ya en un estado tal de abandono que dentro de ellas crecen frondosas, y o tras aún mantienen su función de proteger a unos insectos tan necesarios para la biodiversidad como el alimento que generan. En la caminata, entre los asistentes había personas llegadas de Ourense, Arzúa, Santiago, Cataluña y hasta el ponente macedonio que el sábado disertó sobre la abeja negra en Europa, Aleksandar Uzunov. Roteiros, que quiere agradecer que por segunda vez la organización de la feria contase con el colectivo, tuvo también uno de los casi medio centenar de puestos en Alvariza, para dar a conocer sus actividades y sus 26 rutas.

Los hermanos Patricia y César Galego García, durante la demostración de cocina. Bernabé/Bárbara Cuiña

Un paseo por estos puestos permitía conocer que la miel no solo ayuda en los procesos gripales, sino que también tiene poderes antioxidantes. De ahí su uso en cosmética. Pero donde sorprendió a muchos fue por su tremendo potencial en la cocina. Desde media mañana la técnica y formadora del Panel de Cata de la IXP Mel de Galicia, Beatriz Ríos, dirigió las catas de las distintas mieles amparadas por el sello de esta Indicación Xeográfica Protexida.

En torno al mediodía, e igual que el sábado, hubo una demostración de cocina con la cocinera Patricia Galego y el empresario hostelero César Galego. Los dos hermanos lalinenses prepararon delicias como chistorra y miel, bacalao confitado con miel y torradas de miel y almendras.

Niños y niñas en uno de los talleres infantiles. Bernabé/Bárbara Cuiña

La varroa y el comercio

Y mientras muchos tomaban nota de estas deliciosas recetas para ir ensayando en casa (y para tener una excusa con la que atacar el tarro de miel con cuchara grande) los visitantes más pequeños pudieron participar en distintos talleres, como uno de elaboración de velas con cera de abeja, a cargo de Casa do mel de Goente y otro de dibujo, que volvió a impartir Carlos Santos.

Uno de los puestos de la feria apícola. Bernabé/Bárbara Cuiña

La cuarta pata de la jornada de ayer fueron, como el año pasado, las conferencias. El apicultor Ángel Díaz abrió el ciclo de ponencias con una serie de consejos sobre el manejo y la lucha contra la varroa, mientras que el responsable de apicultura del sindicato UPA-UCE Extremadura, Antonio Prieto, abordó la situación actual del comercio de la miel. La presidenta del consejo regulador de la citada IXP, explicó la importancia de las denominaciones de origen para vender miel. Tras la ponencia de otro apicultora, Xosé Manuel Durán, sobre la venta directa, dos técnicos de Abella Meiga, jara Varela y Marcos Varela, explicaron las claves para decidir en nutrición apícola.