Los comercios de las comarcas cierran el primer mes de rebajas con las ventas “a cuentagotas”

Entran en la segunda fase de la campaña con descuentos del 50% o superiores E En A Estrada estiran los saldos hasta Semana Santa para revertir la situación E El clima y la cuesta de enero afectan al nivel de consumo

El escaparate de un negocio de A Estrada anuncia su entrada en segundas rebajas. |  // N.C.

El escaparate de un negocio de A Estrada anuncia su entrada en segundas rebajas. | // N.C. / nerea couceiro

El pequeño comercio de las comarcas de Deza y Tabeirós entra estos días en la fase de segundas rebajas, con descuentos que rondan el 50%. Desde el día 7 de enero hasta finales de febrero, e incluso más tarde, estos negocios buscan seducir al cliente con saldos para dar salida a los productos de la campaña de otoño e invierno. No obstante, en esta ocasión parece que la actividad no está siendo todo lo buena que cabría esperar.

En Tabeirós, por ejemplo, el presidente de la Asociación de Comerciantes de A Estrada (Acoe), Alfredo González asegura que “la primera semana fue muy buena, después tuvimos un parón importante y contamos que para febrero, cuando la gente empiece a recuperarse de la cuesta de enero y las tarjetas vuelvan a contar con más liquidez, la cosa mejore”. El responsable prevé que algunos de los establecimientos de la asociación mantengan los descuentos hasta Semana Santa, para después pasar directamente a la campaña de verano. Asimismo, entiende que los dos primeros meses del año “son complicados porque la gente no tiene dinero después del esfuerzo económico de Navidad”.

Por otra parte, en Deza la situación es bastante similar, Meritxel Silva, al frente de la AED de Lalín describe el volumen de ventas durante los saldos del siguiente modo; “estamos a cuentagotas, muy parado”. Por la capital dezana también están con las segundas rebajas, con descuentos en torno al 50% “empezamos con un 25% y ahora lo subimos”, en su negocio ella no hace terceras rebajas, pero reconoce que “muchos de los comercios de aquí sí lo hacen”. Frente a la política estradense, los lalinenses prefieren limitarse a cumplir con el calendario oficial para poner fin a la campaña “oficialmente acabaremos el 28, aunque siempre queda algún burro de ropa en la tienda con últimas prendas rebajadas”.

Silva coincide con González en los motivos por los que la actividad no está siendo tan buena como se desearía, estableciendo una clara relación entre los gastos de Navidad y la falta de poder adquisitivo de los vecinos y vecinas. Así, parece que la cuesta de enero, cuesta más en el sector del comercio. Por otra parte, un factor que según la empresaria también influye en el comportamiento del cliente es el tiempo, “si está buen tiempo se vende más”.

En definitiva, son varios los motivos que ayudan a justificar la reticencia de los habitantes de las comarcas para “soltar la pasta”, y es que la inflación, la subida de los combustibles y el encarecimiento de la vida en general lleva como consecuencia que se produzca un parón en el consumo. Los hogares establecen prioridades y se lo piensan dos veces antes de darse algún capricho. Con todo, la esperanza es lo último que pierden estos negocios locales, que ponen sus ojos en el próximo mes y el aumento en los descuentos.

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Como se mencionaba anteriormente, las rebajas no están siendo buenas para las tiendas de la zona. El pequeño comercio ve como el consumo se reduce considerablemente, en comparación con otros años. No obstante, existe un elemento clave que ha cambiado la forma de comprar radicalmente, perjudicando a los negocios de la zona; las grandes superficies comerciales. Alfredo González expone que “ahora parece que estamos de rebajas todo el año. Esta es una conducta que introdujeron las multinacionales y con la que nosotros tenemos muy difícil competir. Muchas grandes empresas compran producto solo para ponerlo rebajado

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Las rebajas empiezan el 7 de enero, justo después de Reyes. Esto afecta negativamente a las ventas, especialmente en comercios textiles “en reyes se regala mucha ropa, entonces es más raro que se compre en rebajas”. Además, cuadra con el cierre de la campaña de Navidad, “si haces una buena campaña en diciembre, es probable que vaya a ser mala en enero”. En esta línea, Silva asegura que la campaña en Lalín “fue mejor de lo esperado”, mientras que para González “fue muy floja”.

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