Lalín y el Pontiñas organizan sesiones de baile para mayores

El 5 de febrero arranca en el centro comercial Pontiñas A idade de ouro en movemento, una propuesta con la que el Concello de Lalín quiere ofrecer una alternativa de ocio a las personas de 55 años en adelante, con la intención de cubrir un vacío de ocio del que ya tenía constancia el PP en anteriores mandatos.

Las sesiones serán en el centro comercial Pontiñas, en la zona de ocio en el entorno de los cines y que antaño ocupaba el Fussion Bar. Todos los domingos, de 18.00 a 23.00 horas, los asistentes disfrutarán de música en directo y de los locales de hostelería con que cuenta el propio centro comercial, aunque pueden llevar también su propia comida . La gerente del Pontiñas, María Lázara, no descarta que hosteleros locales puedan colocar una barra para consumiciones.

A idade de ouro en movemento comienza el 5 de febrero y lo hace a lo grande, con la actuación de Pili Pampín. Habrá un parón los días 12 y 19, ya que coinciden con la Feira do Cocido y el Domingo de Entroido, pero las sesiones de baile vuelven el 26 de febrero y continuarán hasta el 28 de mayo, ya a las puertas de verano. Durante estos domingos, habrá tres grupos locales que se encargarán de amenizar las veladas en directo y con listas de reproducción: Pachi Show, Habana Feeling y Dilema, como indicó la concejala de Sanidade e Relacións coas Asociacións de Veciños, Carmen Canda.

Receptividad

Para el alcalde, José Crespo, es más que probable que la primera sesión de baile arranque con más de un centenar de asistentes. La iniciativa tiene a su favor el buen acceso al centro comercial y su zona de aparcamiento. “El centro comercial es ideal, al tener calefacción, aseos y escenario. Además, nos presta el mejor local que tiene”, remarcó el regidor, que quiso destacar además la receptividad que tuvo la gerente del complejo comercial al planteársele esta iniciativa. “Esto va a venir muy bien y a perdurar en el tiempo, salvo que se ponga en marcha una iniciativa privada”, añadió Crespo. Precisamente, la falta de un local en la comarca para el ocio de personas mayores ya fue trasladado por vecinos al alcalde en más de una ocasión, años atrás. Una de ellas fue en 2020, tras el remate de la Feira do Cocido. “Vinieron a verme tres personas para buscar un sitio donde pudiese bailar”. Dos semanas después estalló la pandemia y frenó cualquier intento de iniciativa.

Ahora, con un calendario ya cerrado, quién sabe si en los próximos cuatro meses Lalín será el destino de viajeros de otras localidades que desean pasar el domingo al compás de un bolero.