El Río Deza, las ruinas de un bar de cine en A Estrada

No muchos lo recuerdan, quizás los más mayores o aquellos que estaban familiarizados con el entorno de la calle Leicures y la Praza da Feira, pero escondido en el bajo del número 59 de la travesía que une ambas ubicaciones se encuentra el un día conocido como Casa Río Deza. Ahora a penas quedan ruinas, pero en su día, este establecimiento, conocido por ser una casa de comidas y taberna tradicional, al estilo de la famosa Casa Herminio, solía reunir a numerosos estradenses y forasteros los miércoles de feria. Según recuerda Ricardo Terceiro, que además solía vivir en la zona, “hace más de 35 años que está cerrado. Lo llevaba un matrimonio natural de Silleda que habitaba en el propio edificio. Cuando se jubilaron dejó de funcionar”.

Terceiro asegura que “era uno de esos locales que se nutrían de la actividad de los miércoles en la Praza da Feira. Por aquel entonces, el acontecimiento principal de estas jornadas era la compra y venta de ganado, en torno a la que giraba todo lo demás, también el posterior mercadillo que conocemos actualmente”. Era habitual que en este tercer día de la semana la villa acogiese a numerosos visitantes, tanto del propio concello como de fuera. Estos tenían la costumbre de quedarse a comer en los bares de la contorna, o tomarse unos vinos. Respecto a esto, Ricardo bromea “algunos desayunaban agua ardiente, eran otros tiempos”.

Río Deza dejó de habitar vida por mucho tiempo, hasta que a principios de los 2000 la Televisión de Galicia se interesó por el espacio para utilizarlo como escenario en una de sus series; Un mundo de historias. Esta producción, emitida durante el 2002, contaba con un conocido elenco de actores y actrices “da terra”, como eran María Bouzas, César Cambeiro, Luis Iglesia o Manuel Millán, entre otros. En la ficción, el Río Deza pasó a llamarse Bar Melchor, nombre que todavía puede leerse en la pared en la que se situaba la barra y los estantes con botellas de vino del país y licores.

Un mundo de historias contaba con cinco capítulos basados en relatos de autores de la literatura gallega. Además de Río Deza, la productora autonómica también utilizó otras ubicaciones del concello estradense para el rodaje, como la farmacia de Codeseda, o dos casas de turismo rural, una en Nigoi y otra en A Somoza.

El estradense autor de las historias de adoquín sobre la villa compartía que “mi familia también tenía un bar en esa calle, el Bar Venecia, aunque todos lo conocían como ‘a de Vilas’. Fue a nosotros a quién nos ofrecieron inicialmente alquilar el local, pagaban unos 6.000 euros, medio millón de pesetas. Pero finalmente, al ver que Casa Río Deza se asemejaba más al tipo de taberna tradicional que estaban buscando, se llevaron allí el rodaje”.

Esta fue la última vez que se sirvieron unas “cuncas” en Casa Río Deza, o para el caso, en el Bar Melchor. Hoy por hoy, las instalaciones están completamente abandonadas, y en condiciones bastante precarias, por lo que es difícil imaginar que esta casa de comidas vuelva a abrir sus puertas, en la realidad o en la ficción.

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