La AP-53 todavía no alcanza la intensidad de tráfico que tenía antes de la pandemia

Durante el año pasado promedió 6.831 vehículos diarios, un 6% más | Aparece por primera vez una tendencia en su comparativa anual: baja su uso en los últimos seis meses

Un vehículo se detiene en la cabina de peaje de la salida de Silleda. |   // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Un vehículo se detiene en la cabina de peaje de la salida de Silleda. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

La autopista que comunica Santiago y Dozón cerró el pasado año con unos números de tráfico mejores que los del anterior, pero todavía lejos de los registrados antes de la pandemia sanitaria. Su Intensidad Media Diaria (IDM) se situó en 6.831 vehículos, experimentando un crecimiento anual del 6% en total y de algo más del 4 por ciento en los vehículos pesados. Lo más llamativo: por primera vez el tráfico cae en la comparativa anual y no solo un mes, como puede acontecer ante alguna eventualidad, sino que este fenómeno se repitió desde el mes de julio incluido y hasta diciembre.

Entonces, si en casi medio año la utilización de la vía de alta capacidad cayó, ¿cómo es posible que la media anual sea mejor que la de 2021? Esta circunstancia debería achacarse las diferencias que arroja el primer trimestre de 2021 y el del pasado año, ahora ya con menos restricciones sanitarias, mientras que entonces todavía el Covid-19 condicionaba seriamente las relaciones sociales y los hábitos de los ciudadanos. Así, si en enero de 2021 la intensidad media diaria fue de 3.697 vehículos, doce meses después promedió 5.586 (un aumento del 51%). Este escenario se reprodujo en febrero pues los 6.356 desplazamientos supusieron un alza del 63 por ciento. A partir de marzo se mantuvo el aumento interanual pero en unos índices mucho más moderado. De 5.666 viajes de media al día se subió a 6.096 (7,5%) y en abril el ascenso se mantuvo con 6.837 frente a los 5.749 del mismo mes de 2021. En mayo la IDM arrojó 6.679 (un 9,2 más) y treinta días después el incremento se situó en el 5,4 por ciento, llegando a 7.340.

Verano

La época estival coincide con el período de mayor tráfico, no solo por la AP-53, por cuestiones obvias relacionadas con la movilidad vacacional. Durante julio la infraestructura contabilizó una media de 7.853 viajes, experimentando ya un descenso interanual del 1,6 por ciento. Esta caída fue más acusada en agosto, el mes de mayor utilización de la autopista y los 8.500 desplazamientos no impidieron que la cifra cayese casi un 4%, una vez que doce meses antes habían sido 8.837. En septiembre se repitió esta tendencia y la vía de alta capacidad rebasó por los pelos el umbral de los 7.000 coches diarios, marcando 7.186, que en todo caso quedaron muy por debajo de los casi 7.800 del noveno mes del año 2021. El descenso en octubre fue muy semejante, también de en torno al 7 por ciento y de 7.240 desplazamientos bajó a 6.713. Según los datos facilitados por el Ministerio de Transportes –los del último trimestre son provisionales– el penúltimo mes del pasado ejercicio se cerró con un tráfico de 6.379 vehículos, frente a los 6.825 del otro ejercicio. La demanda de uso de la autopista tampoco mejoró en diciembre y el mes que acabamos de despedir marcó un promedio diario de 6.446 viajes, un 2% menos que un año atrás. El promedio de tráfico pesado estuvo en 2022 en 440 vehículos al día, mejorando los 421 anteriores.

La vía, cuyos precios acaban de subir en enero un 4% más, no fue capaz el año pasado de remontar hasta los niveles prepandemia. Su media de 6.831 coches diarios está bastante lejos de los casi 7.000 contabilizados en el año 2019.

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