El censo de lobo confirma manadas con crías en Lalín, Silleda, Agolada, Rodeiro, Dozón y Forcarei

Son grupos que también se mueven en municipios vecinos de Lugo y de Ourense | A nivel provincial hay cinco, una menos que en el seguimiento de 2015

Un lobo en la reserva natural de Marcelle.

Un lobo en la reserva natural de Marcelle. / EFE/Eliseo Trigo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

La Consellería de Medio Ambiente realizó en 2021 un censo del lobo ibérico en Galicia en las 139 áreas de manadas potenciales (AMP), que se reforzó en 2022 con un seguimiento específico en 17 de estas áreas, entre las que figura Agolada. Los datos, recién publicados en el sitio web Infolobo, indican que a nivel gallego hay 93 manadas, solo 3 por encima de las que se identificaron en el censo del periodo 2013-2015.

El estudio señala que el lobo está presente en casi todo el territorio gallego, salvo en las grandes ciudades y en la comarca de O Baixo Miño, como podemos observar en el mapa. Ocupa el 91% de la superficie de la comunidad autónoma, dando un resultado similar al del censo anterior. De esos 93 grupos, hay cinco asentados en la provincia, una menos de la que se había localizado en el periodo 2013-2015. La presencia del lobo está confirmada en buena parte de la comarca dezana, donde solo Vila de Cruces, un municipio ribereño del Ulla, carece de evidencias sobre manadas. Como indica el estudio, se detectaron clanes de lobos en Dozón, Lalín, parte de Silleda y Rodeiro y Agolada. Las investigaciones confirman que hay una manada compartida con terrenos vecinos de Lugo y otra con Ourense. En este caso, ese clan también deja evidencias de su presencia en Forcarei.

MAPA DE UBICACIÓN DE MANADAS DE LOBO EN GALICIA SEGÚN LA XUNTA

MAPA DE UBICACIÓN DE MANADAS DE LOBO EN GALICIA SEGÚN LA XUNTA

Entre 744 y 837 ejemplares

¿Cómo se determina la existencia de una manada de lobos con reproducción? Pues bien observando de forma directa los cachorros por medio del personal que realiza el trabajo de campo, usando cámaras de fototrampeo, escuchando cachorros en los coros de aullido en las estaciones de escucha o analizando sonogramas en las grabaciones de coros de aullido. Para estos trabajos de campo, el censo elaborado por Medio Ambiente desplegó a 141 agentes ambientales y vigilantes de recursos naturales, con el apoyo de 5 técnicos de la consellería y otros 4 externos.

Con los recorridos efectuados en 2021 y 2022, se concluye que de las 93 manadas, 18 se ubican en la provincia de A Coruña, 26 en Lugo, 16 en Ourense y las 5 citadas en Pontevedra. Pero además, hay otras 8 manadas que se mueven entre Galicia y Castilla y León, 7 compartidas con Portugal y 6 que también tienen presencia en Asturias. Ya dentro de Galicia, 3 que comparten A Coruña y Lugo y 2 que viven entre Lugo y Ourense, amén de las dos que mencionamos que se movían entre Pontevedra y Lugo u Ourense.

El informe indica que si las manadas pueden tener entre 8 y 9 ejemplares tras la reproducción, la población puede estar entre los 744 y los 837 ejemplares. Pero hay también grupos sin lobeznos o zonas en lasque no pudieron confirmarse, por lo que podría haber 92 manadas con cachorros y otras 37 áreas de manadas potenciales.

Cifras idénticas a los años 90

En este sentido, el biólogo Martiño Nercellas es bastante más cauto con los números: las hembras entran en celo en invierno y suelen parir en abril. A veces, con la pareja pueden estar además lobos adultos de camadas anteriores, así que con suerte en verano la manada puede tener entre cuatro y siete integrantes. En invierno serían tres ó cuatro. En cada parto nacen entre tres y cinco cachorros que, a los dos meses, salen del cubil. Y que sobrevivan es una suerte: se enfrentan a riesgos como morir atropellados o el furtivismo. Con estas prácticas, pueden morir al año entre 200 y 300 ejemplares, calcula Nercellas.

Para este investigador, el censo de la Xunta “se ideó con la intención de contar con un argumento que reforzase su posición de confrontación, y tratar de demostrar que teníamos una sobreabundancia de lobos. Los datos, una vez que se analizan de forma detallada, indicar que la población gallega de lobo se encuentra igual que hace 30 anos: ni crece ni disminuye, se mantiene estancada”, recalca.

Nercellas señala que en el norte de la provincia viven 2 ó 3 grupos de lobos, la misma cifra que hace décadas. “Las manadas en esta zona se mueven bastante, espoleadas por la muy alta actividad cinegética, agraria y forestal, así que procuran zonas más tranquilas. El lobo es un depredador de jabalí y corzo, pero “también se aprecia que en las zonas de más actividad de granjas porcinas accede a mucha carroña” y en las zonas de bestas, en Tabeirós, los potros son en determinados momentos una parte importante de la dieta. Sobre el estado de conservación de la especie, Nercellas tiene claro que “ no es favorable; está expuesta a muchos factores de riesgo que, de activarse, pueden eliminar grupos enteros”.

Su inclusión en el Lespre no es un capricho sino que se apoya en datos científicos. Lamenta que la Xunta “ponga todo tipo de palos en las ruedas para desarrollar las medidas de protección de la especie que implica dicha inclusión. Es más, la Xunta no aceptó el documento de la estrategia de gestión del lobo, en el que se establecen las pautas de reparto de fondos para compensar daños en ganadería, con 20 millones en total. Con este rechazo, la Xunta perdió 4 millones de euros. Y son, añade Nercellas, unas “ayudas clave para facilitar la convivencia entre explotaciones ganaderas y la conservación de una especie fundamental” para controlar la densidad de jabalí y para evitar la propagación de brucelosis, tuberculosis y la peste porcina.

Una ternera muerta por ataque de lobo en una granja de Carboentes, en 2020.

Una ternera muerta por ataque de lobo en una granja de Carboentes, en 2020. / BERNABE/JAVIER LALIN

El cuarto año con menos reses muertas

El pasado 21 de diciembre, el DOG publicó la convocatoria de ayudas para daños causados por el lobo en ganaderías, desde el 1 de octubre hasta el 30 de septiembre de este 2023. El presupuesto es de 1,9 millones.

A falta de conocer cuántos ataques se produjeron en 2022, Medio Ambiente permite consultar la evolución de daños por ataques de lobo en Galicia, por provincias, entre los ejercicios de 2010 y 2021. Pues bien, en 2021 en Pontevedra hubo 85 avisos, con 190 reses muertas. Por animales, es el cuarto año con menos pérdidas, con 124 en 2013; 137 en 2012 y 162 en 2020. El tope está en las 382 de 2017. Por tipo de reses, de esas 190, el lobo mató o dañó 109 ovejas, 49 vacas, 17 caballos y 15 cabras. Pontevedra es, también, la provincia con menos reses muertas en 2021 por ataques de lobo, ya que Ourense registró 478; Lugo, 1.000 y A Coruña, 551. Sobre estos ataques a ganado doméstico, Martiño Nercellas puntualiza que los daños son “muy bajos, y cuando tienen lugar, siempre se deben a despistes en la vigilancia de las reses”.

Apunta que quien maneja buen su ganado en zonas donde es frecuente la presencia de lobo, hace uso de las medidas preventivas que mejor se adaptan a cada ganadería “y que pueden resultar tan sencillas, como tener perros de guarda o recoger los animales durante el atardecer o en los días con escasa visibilidad”.

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