Ojo, ¡animales sueltos!

Jabalí muerto, anteayer, en un accidente en Vila de Cruces.

Jabalí muerto, anteayer, en un accidente en Vila de Cruces. / Protección Civil de Vila de Cruces

La presencia de animales sueltos en la calzada provocó algo más de 230 accidentes en los viales de las comarcas, lo que supone un promedio de una veintena al mes. Así consta en la memoria de la Dirección General de Tráfico (DGT) correspondiente al ejercicio 2021, en la que constata que ningún municipio del área se libra de una tendencia que va en aumento en toda España: más animales salvajes en las carreteras por una deficiente gestión de las especies o, también, por casos de sobrepoblación como acontece con el jabalí. Es más, el cerdo bravo es el responsable de seis de cada diez siniestros con animales en toda la red vial de los nueve municipios de Deza y Tabeirós-Montes.

Los accidentes se originan tanto en viales de titularidad municipal, provincial o autonómica, como en carreteras nacionales o en infraestructuras de alta capacidad como autopistas o autovías. A pesar de que estas vías de comunicación están valladas precisamente para evitar la entrada de fauna, los datos de Tráfico indican que, sin ir más lejos de los siete siniestros que constan ese año en la AP-53, tres fueron por jabalíes, dos debido a zorros y en los dos restantes los ejemplares implicados fueron un felino y un tejón.

La responsabilidad de los tecores

Obviamente, para el alcance del accidente no es lo mismo un impacto contra un zorro que contra un jabalí, ambos especies cinegéticas pero el primero no representa un riesgo ni para la biodiversidad ni, en principio, para la seguridad de los conductores. ¿Qué sucede si tenemos un accidente provocado por un animal? En caso de tratarse de una especie doméstica, la responsabilidad podría recaer en el dueño del mismo, pero más dudas surgen si se trata de uno salvaje. Los afectados se encuentran muchas veces indefensos pues la reclamación de los daños puede dirigirse al titular de la vía o, incluso, Al titular del aprovechamiento cinegético (el cazador) o, en su defecto, el propietario del terreno. En este caso, cuando el accidente sea derivado de la caza colectiva de una especie de caza mayor en el mismo día o doce horas antes del accidente. La normativa, es para los Tecores, claramente perjudicial pues los condena a la desaparición por insolvencia económica para asumir daños en casos muy cuantiosos. La pequeña sociedad de Dozón, condenada judicialmente a pagar varios siniestros por fauna salvaje, es un buen ejemplo. Las batidas como único mecanismo de control de la proliferación del cerdo bravo en las comarcas tampoco parece la solución definitiva: cada vez se abaten más piezas, pero según los ganaderos, que padecen sus incursiones en los campos de cultivo, el censo de esta especie no mengua tanto.

En la relación de accidentes con fauna se desglosan en distintos epígrafes, además de los viales, sus puntos kilométricos y el tipo de animal. Si dejamos a un lado el ya mencionado caso del jabalí, por detrás aparece otro animal salvaje que cada vez se deja ver más por algunos municipios del área. El corzo, especie cinegética, intervino en 41 siniestros. A partir de ahí la incidencia del resto de animales es mucho menor, destacando caballos, zorros, tejones y sobre todo perros. No conviene perder de vista los casos de abandonos de canes que acaban moviéndose por la red vial y, en casos, siendo atropellados. El informe estatal concreta asimismo que hubo un siniestro con un lobo como protagonista.

70 en A estrada

Por municipios, y seguramente debido a su extensión, sobresale A Estrada como el territorio de las comarcas donde se producen más accidentes con animales, con algo más de 70. En Lalín, un municipio con más dimensión territorial que la capital de Tabeirós se contabilizaron durante el año 2021 medio centenar, por 44 en Silleda y 34 en Cerdedo-Cotobade. En la relación de códigos municipales solo figuran referenciados aquellos de más de 5.000 habitantes y para localizar los demás es preciso buscar el la vía y el punto kilométrico de la misma. Así, por ejemplo destaca Agolada, con cerca de una veintena de siniestros y con muchos casos con perros implicados, mientras que en Dozón serían menos de una docena. En este concello se incluyen dos en la autovía AG-53, uno a consecuencia de un perro suelto, y otro en el que el animal no fue identificado.

Entre las carreteras más afectadas destacan las nacionales 525 y 640, la provincial 7001 que comunica A Estrada con Forcarei, la PO-233 (Cotobade), N-541 (Ourense-Pontevedra, que pasa por Forcarei) o la PO-534 (Lalín-Folgoso).

Siniestro en Vila de Cruces con un jabalí

Protección Civil de Vila de Cruces intervino en la noche del viernes en un atropello de un jabalí en el kilómetro 5 de la PO-905. Fue el servicio autonómico quien avisó del accidente poco después de las 21.30 horas de anteayer, donde sólo se registraron daños materiales en el vehículo implicado, un turismo marca Volkswagen Golf. Una dotación de la Guardia Civil de Tráfico Lalín levantó el pertinente atestado. El automóvil siniestrado se dirigía en dirección a Vila de Cruces cuando de una finca saltó a la carretera el animal, no pudiendo esquivarlo el conductor del vehículo, provocando la muerte del jabalí en el acto. El turismo sufrió leves desperfectos a consecuencia del impacto y afortunadamente no hubo que lamentar daños personales entre los ocupantes.

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