La tercera borrasca de diciembre (tras Efraín y la de principios de la semana pasada) volvió a desbocar el cauce de los ríos. Solo en las jornadas de Nochebuena y Navidad, la estación meteorológica de Lalín recogió 78,8 litros por metro cuadrado (l/m2). La cifra fue aún más alta en Forcarei, que es el municipio más lluvioso de las comarcas. Aquí se anotaron 85,6 milímetros de precipitaciones.
Los aguaceros afectaron a unos ríos ya muy cargados de agua desde hace semanas. Según los datos de Meteogalicia, el domingo, día de Navidad, el río Deza alcanzó un nivel máximo de agua de 5,4 metros, mientras que su caudal máximo (es la cantidad de agua que pasa por un punto determinado), alcanzó los 342,5 metros cúbicos por segundo (m3/s). Ayer pasadas las 14.00 horas, el nivel medio ya no llegaba a los 3 metros.
El Deza se desbordó en Botos y anegó la playa de Pozo de Boi, en Vilatuxe. Por eso, desde media tarde del domingo está cerrada la pista de acceso a esta área fluvial. El Deza volvió a causar destrozos en A Carixa, en Merza, y uno de sus afluentes, el Asneiro, dobló una de las vallas de Ponte dos Muiños, entre Mouriscade y Vilanova.
El gran río de la zona, el Ulla, ya nota la crecida en el pantano de Portodemouros, muy próximo a alcanzar el aliviadero.