La AG-59 apura las últimas semanas del año para completar su tramitación

La Xunta comunica al Concello la resolución de las alegaciones, muchas ya incorporadas al proyecto | El tramo del Camiño da Geira se salva con paso superior para peregrinos

El vial partiría de A Ramallosa y se extendería 7,5 kilómetros, con un viaducto en el Ulla hacia O Rollo.

El vial partiría de A Ramallosa y se extendería 7,5 kilómetros, con un viaducto en el Ulla hacia O Rollo. / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Nuevo empujón para la autovía AG-59, llamada a unir A Estrada con Santiago. La Xunta apura las últimas semanas del año para completar la tramitación administrativa. El alcalde estradense, José López Campos, confirmó que el Concello recibió estos días la comunicación oficial de la resolución de las alegaciones presentadas al proyecto, de manera que aguarda que este mismo mes de diciembre pueda quedar adaptado el proyecto constructivo a los recursos que fueron estimados, de tal modo que en el ejercicio 2022 pueda encarar la aprobación del proyecto constructivo y, con ello, la conclusión de los largos trámites previos a la licitación de las obras para prolongar este vial de alta capacidad en dirección al municipio.

López Campos resumió que las alegaciones canalizadas a través del Concello fueron atendidas en gran medida, en especial las que apuntaban a la afección a traídas de agua, parcelarias o a las zonas de paso del Camiño da Geira e dos Arrieiros. Las localizó principalmente en las parroquias de Santa Cristina de Vea y Couso y expuso que, en relación al transcurso de la senda jacobea se aportó como solución para el tránsito seguro de los peregrinos un paso elevado. Indicó también el alcalde que los colectivos que presentaron alegaciones también están recibiendo estos días las notificaciones de la Xunta. Hizo hincapié en que la administración gallega atendió aquellos recursos que se entendió que podían mejorar el proyecto, rechazando alegaciones que, de forma global, acusaban el impacto de esta obra. “Hubo propuestas de trazado, se estudiaron alternativas y, al final, el paso del Ulla no se modifica”, dijo el regidor local. “Mantenemos y defendemos que es la mejor opción y la más idónea, cualquier modificación que supusiese ahora mismo un cambio de trazado implicaría volver a empezar todo el proceso”, añadió.

En condiciones de licitarse

El munícipe recalcó que las modificaciones experimentadas por el proyecto es vincularon al sistema de enlaces y consideró “muy razonable el planteamiento de la consellería”. Estimó que, en estos momentos, el proyecto se encuentra “en condiciones realistas de poderse licitar”, aprovechando la ocasión para remarcar su convencimiento de que “es ahora o nunca”. Hizo notar el alcalde estradense la necesidad de no dilatar más en el tiempo la tramitación de esta comunicación de alta capacidad con la capital gallega y subrayó que trámites como la Declaración de Impacto Ambiental tienen vigencia por cuatro años, por lo que considera prudente establecer un horizonte de dos años y medio para la primera de las dos fases de esta prolongación, acompasando la ejecución de las obras entre A Ramallosa y Pontevea para lanzar ya segunda fase, que situaría la AG-59 en O Rollo. Ello supondría tener la autovía a apenas dos kilómetros del polígono industrial de Toedo, el principal parque empresarial de A Estrada.

El mandatario estradense trasladó su intención de solicitar es mes una reunión con la conselleira Ethel Vázquez o con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para fijar plazos en el avance de esta infraestructura. “Es la piedra angular para el desarrollo futuro”, consideró José López Campos. “Es una infraestructura muy potente, de unos 70 millones de euros. Sabemos que no es fácil en estos momentos pero soy consciente de que es la piedra angular para el desarrollo sostenido de A Estrada, para poder fijar población y tener una salida natural hacia Santiago, comunicando con la AP-9, a diez minutos de una estación de AVE y con una conexión con el aeropuerto”, reflexionó. “Todos sabemos de la importancia de esta obra y esperemos que estemos a la altura para fijar plazos”, dijo en relación a la reunión en la Xunta.

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La autovía Santiago-A Estrada superó este verano la tramitación ambiental, con el correspondiente informe favorable del proyecto de construcción entre A Ramallosa y O Rollo. Se trata de un tramo de 7,5 kilómetros, en el que se integran un total de 15 estructuras: tres viaductos, siete pasos inferiores, tres pasos superiores y dos muros. El proyecto se dividió en dos tramos. El primero de ellos concluiría en Pontevea, pero se resolvió la necesidad de no detener aquí el avance del vial ante el riesgo de crear un embudo en la localidad del vecino municipio de Teo. La obra supera los 70 millones de euros y, aunque se decidió proyectar el trayecto completo, la ejecución se dividió en dos etapas. La primera de ellas son unos 3,7 kilómetros, con un coste de más de 27 millones de euros. La segunda fase continuaría desde Pontevea hasta O Rollo. Son unos cuatro kilómetros de recorrido pero para A Estrada resultan de gran importancia para una ágil conexión.