El Museo do Pobo Estradense, listo en el primer trimestre para una pronta reapertura

Constenla asegura que los fondos estarán reorganizados en los primeros meses de 2023, si bien la falta de personal tiene todavía pendiente de fecha la apertura de puertas tras 13 años cerrado

El director del museo, Juan Andrés Fernández, el alcalde y Juan Constenla, en una visita. |   // BERNABÉ

El director del museo, Juan Andrés Fernández, el alcalde y Juan Constenla, en una visita. | // BERNABÉ / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Las instalaciones del Museo do Pobo Estradense –bautizado con el nombre de Manuel Reimóndez Portela– llevan tanto tiempo cerradas, que casi cuesta recordar cuándo estuvieron abiertas. Las hemerotecas confirman que fue en 2009 cuando la realización de obras cerró al público el edificio que otrora fue matadero municipal. A esa reforma siguieron otras, hasta el punto de que llevan sin programarse visitas a estas dependencias desde hace al menos 13 años. Todavía no hay una fecha definida para volver a abrir estas puertas, pero el gobierno tiene previsto que el primer trimestre de 2023 sirva para que los fondos del museo queden completamente organizados y ordenados conforme al discurso museístico que se quiera imprimir a este centro, de modo que quede listo para una pronta reapertura.

El edil de Cultura, Juan Constenla, asumió ayer que el problema sigue siendo el de siempre: la falta de personal para poder dotar al Museo Reimóndez Portela de un horario de funcionamiento que permita a cualquier interesado programar su visita. El concejal reconoció que todavía no está en condiciones de decir cuándo estará solventado este escollo, pero sí aseguró que en el primer trimestre del nuevo año quedarán los fondos debidamente organizados para que la colección vuelva a ser visitable.

Visita

El propio Constenla acompañó hace unos días a la portavoz de Movemento Veciñal Estradense (Móvete), Mar Blanco Casais, hasta estas instalaciones. El concejal confirmó que se hizo extensiva esta invitación a los demás grupos de la oposición municipal –PSOE y BNG–, pero ni socialistas ni nacionalistas se presentaron para conocer de primera mano el estado en el que actualmente se encuentran los fondos, pese a la reiterada petición de esta visita en pleno.

Mar Blanco sacó a colación el asunto en la última sesión ordinaria del año, celebrada en la noche del jueves. La edil reprochó que la respuesta del alcalde, José López Campos, fuese “la de siempre”. “Próximamente, pero sin concretar una fecha”, lamentó la líder de Móvete.

"Amontonados", pero bien

Blanco Casais se refirió a la visita realizada esta semana al museo y señaló que le sirvió para comprobar las condiciones en las que se están guardando los fondos que albergan las instalaciones municipales. “Están allí amontonados, pero en buen estado. Se vigila que no tengan humedad y que no se deterioren”, reconoció. Seguidamente, la portavoz de este grupo insistió en que “hay fondos de gran valor patrimonial y es una pena que siga cerrado”.

“Es incomprensible cómo permanece cerrado. Entendemos que se está perdiendo la oportunidad de mostrar a los ciudadanos el legado artístico que tenemos en el Concello”, manifestó Mar Blanco, que seguidamente remarcó que estas salas atesoran cuadros de pintores estradenses, esculturas y fondos bibliográficos “que serían útiles para trabajos de investigación”. “Obras de gran valor artístico y patrimonial que se están perdiendo de disfrutar”, añadió.

“Pedimos que se agilice la apertura. El director manifestó las ganas de abrirlo y no entendemos cuál es el motivo del retraso, a no ser que sea el desinterés por el patrimonio artístico y cultural”, incidió Blanco Casais.

En estos años, el Museo do Pobo Estradense se ha sometido a varias reformas. La primera, ejecutada en el momento en que se cerró a las visitas por mucho más tiempo del previsto, le permitió aprovechar su altura para ganar espacio. Se creó toda una galería perimetral en madera que hacía presumir la reanudación de su actividad. Sin embargo, se detectaron importantes problemas en la cubierta. Ello exigió cambiar toda la estructura del tejado diseñada en la década de los 90. Al parecer, en ese momento se construyó una cubierta de madera anclada en la pared. La humedad hizo mella en la estructura con el paso de los años y terminó desplazando la cubierta. Se renovaron ventanas, sistema eléctrico y se idearon nuevas vitrinas para la protección y exposición de diferentes piezas de su colección.

Con una pinacoteca y un fondo bibliográfico y fotográfico importante, en sus últimos años de funcionamiento adquirió una apuesta por la etnografía. Llamaba la atención de los visitantes el mobiliario completo de una antigua escuela o el dormitorio de Castelao y Virginia Pereira, junto con algunos trajes de esta estradense, entre otras muchas piezas de interés.