El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de A Estrada acaba de condenar a A.T.L., el vecino de Forcarei detenido el pasado mes de octubre por la presunta decapitación de un perro, a una multa de 90 euros por un delito leve de amenazas con la alcaldesa de Forcarei, Verónica Pichel, como víctima. La sentencia considera probado que el pasado 8 de octubre, cuando Pichel paseaba por Forcarei con su bebé en brazos, el acusado se acercó a ella visiblemente alterado y le dijo: “Alcaldesa, gracias por la ayuda”, para añadir: “Creo que ese niño no va a llegar a los 18 años”.

La raíz de este incidente, según expuso la alcaldesa en el juicio celebrado en A Estrada, estaría en una visita que el hombre había hecho a la casa consistorial dos meses atrás. El vecino subió a su despacho para solicitar una ayuda económica y ella le dijo que no era ni el lugar ni la manera de hacerlo, por lo que lo acompañó a la planta baja del edificio para que pudiese realizar formalmente allí el trámite. Este hecho debió molestar al sujeto.

Se da la circunstancia de que el día en que el acusado profirió su amenaza fue precisamente el fin de semana en que tuvo lugar la decapitación del perro que salió en los medios de comunicación días antes. Luego, tras una semana sin que se le hubiese visto por Forcarei, la Guardia Civil procedió a su detención, precisamente, después de que la propia regidora alertase al 061 de la presencia del hombre en la calle.

La resolución judicial considera adecuada la cuantía de la multa, de noventa euros, teniendo en cuenta la entidad de la infracción y después de matizar que A.T.L. percibe una pensión no contributiva.

Asimismo, la sentencia puntualiza que la alcaldesa no solicitó ningún tipo de indemnización. De hecho, la principal motivación de la regidora para presentar denuncia, más allá de la amenaza en sí misma, radica en los reiterados conflictos que el acusado ha protagonizado entre el vecindario.

Tras el aviso realizado por la alcaldesa, la Guardia Civil detuvo al vecino de Forcarei cuyo perro había aparecido días antes decapitado en un contenedor. Las fuerzas del orden llevaban días buscando a este vecino, conocido en el municipio por vivir como okupa en una vivienda de la calle Progreso. Se le acusa de un presunto caso de maltrato animal. Tras su localización y detención fue trasladado para prestar declaración sobre los hechos que se le imputan, quedando en libertad con cargos al día siguiente.

Este vecino es conocido en Forcarei, aunque de manera negativa, especialmente desde que regresó a la localidad durante la pandemia después de muchos años viviendo fuera. Desde su retorno, el hombre ha protagonizado numerosos incidentes y actualmente está acusado de causar destrozos en varios cajeros y en una vivienda. Mantiene, asimismo, una actitud hostil con todos los vecinos.