El próximo viernes, 2 de diciembre, la corporación de Lalín celebrará un pleno extraordinario para aprobar los presupuestos del año que viene, cifrados en 20.063.772 euros. Será “el segundo mayor presupuesto de la historia de Lalín y el segundo más inversor”, como indicaron ayer tanto la edil de Facenda, Paz Pérez, como el alcalde, José Crespo. Acompañados por el concejal Pablo Areán, indicaron que la cuenta entrará en vigor “en tiempo y forma” ya en los primeros días de enero, siguiendo la máxima del ejecutivo local, de tener un presupuesto en vigor en cada ejercicio.
Crédito por cuestiones técnicas
Es cierto que los 20 millones de 2023 quedan lejos de los 29,9 millones de este 2022. “Puede haber una merma, pero no repercute”, recalcó Paz Pérez. Y este descenso tiene una explicación muy lógica: en 2022 se incluyó el crédito de 6,9 millones de euros que hubo que pedir para cofinanciar diversas obras y acelerar tramitaciones, ya que hasta marzo o abril no se suele disponer de remanentes. De ese dinero “no gastamos ningún euro”, recordó ayer Crespo, pues o se cubre con remanentes o con ayudas de otras administraciones. En 2023, y también por cuestiones técnicas, se solicitará un crédito, pero menor, de 1.447.163 euros. Permitirá financiar de forma inicial las obras que quedan de la Edusi, suplementar la partida de obras planificadas en la rúa Areal y la urbanización del CIS o la compra de terrenos en Prado, Bendoiro o Vilatuxe para equipamientos. Es una medida a la que acudió ya el cuatripartito para financiar también obras de la Edusi, con un crédito de 900.000 euros y que está amortizándose. Y ese dinero que adelantará Lalín se compensará con ingresos de otras administraciones como un millón de las certificaciones de la Edusi o más de 3 millones del IDAE, amén de distintos planes autonómicos o provinciales
El presupuesto también es inferior al de 2022 porque este año las transferencias de capital y corrientes de la Diputación, Xunta y Estado y UE en un inicio, se cifraban en unos 14 millones de euros. Para 2023, la previsión es de 8,56 millones de transferencias corrientes y 1,11 millones de transferencias de capital. Suman 9,67 millones.
Ahorro de 700.000 euros
E igual que en 2022, el próximo año mantendrá congelada la presión fiscal: siguen derogadas las plusvalías y el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras. Al no tener que pagar ICIO, Crespo calcula que a finales del presente año los lalinense se habrán ahorrado en torno a 700.000 euros en este impuesto. Solo para una granja media ya supone no tener que gastar entre 20.000 y 30.000 euros. El IBI de urbana seguirá en el mínimo que marca la ley, el 0,4, a la par que continúa la bonificación del de rústica y el impuesto de vehículos sigue también en el mínimo. Tampoco se activó la tasa de terrazas.
Si traducimos esto a números, de los 20 millones de ingresos, 5,55 millones serán de impuestos directos; 150.000 euros, de tributos indirectos; 2,93 millones, de tasas y precios públicos; 300.000 de ingresos patrimoniales; 1,44 millones, de pasivos financieros, y los ya citados 8,56 millones de transferencias corrientes y 1,11 millones de transferencias de capital.
Inversiones
En cuanto a los gastos, esos 20 millones se reparten en 6,79 millones en gastos de personal; 8,16, en gastos corrientes; 42.850 euros en gastos financieros; 1,52 millones, en transferencias corrientes; 50.000 euros para un fondo de contingencia; 73.000 euros de transferencias de capital; 120.708 de pasivos financieros y 3,29 millones en inversiones reales. Aquí Paz Pérez recalcó que las inversiones son previsiones reales, con obras y a resueltas o en licitación. Destacó la ayuda recién concedida para reformar la Plaza de Abastos, que precisará 1.113.840 euros. Le siguen las obras en el Manuel Rivero, dentro de la estrategia Edusi, con 1.020.434, y los honorarios de la redacción de proyectos, con 250.000 euros. Habrá que pagar la primera de las cuatro anualidades de la compra de la Casa de Álvaro, con 162.646 euros. A la anualidad de la mencionada urbanización del CIS se destinan 153.000 euros. Otras obras de la Edusi, como las pasarelas verdes o la mejora energética de instalaciones, precisan un aporte de 71.391 y 49.690 euros, respectivamente.
Las inversiones se completan con los 63.000 euros para reurbanizar Areal, que hay que poner a mayores de lo que marcaba el proyecto inicial; los 250.000 euros para urbanizar el Área de Reparto 21; y los 40.000 para la parcela en Bendoiro, que en el caso de la de Vilatuxe cuesta 25.000 y la de Prado, 15.000.
El peso de las políticas sociales y la seguridad
Durante su exposición, Paz Pérez indicó que el presupuesto del año que viene incrementa el gasto tanto en protección social como en ayudas a colectivos. De hecho, en el área de políticas sociales (que incluye también enseñanza, una competencia que no es municipal) el gasto son 3,09 millones, el 15% de esos 20 millones totales. A seguridad ciudadana se destinan 2,64 millones, mientras que el mantenimiento de servicios como agua o basura se llevan 1,30 millones. Es cierto que el funcionamiento del concello es una de las partidas más altas, con 2,88 millones. En una órbita similar se colocan los 2,53 millones para desbroces, parques y mantenimiento viario. A promoción económica irán 1,39 millones, y a empleo, 1,03 millones. Por su parte, las áreas de cultura, turismo y fiestas precisan 1,16 millones, y la de deporte, 1,51. Para otros apartados se reservan 2,47 millones.
Por otra parte, el presupuesto contempla ayudas a colectivos como los 150.000 para el servicio de conciliación que prestará la Federación de Anpas; los 100.000 para bandas; o los 50.000 para ayudar a los jóvenes que deseen sacarse el carné de conducir, entre otras. Al ser un documento vivo, a lo largo del ejercicio podrán realizarse modificaciones de crédito, al poder disponer de remanentes, para cubrir los 100.000 euros del convenio con la AED, la compra de terrenos para la pista de atletismo y la Gran Plaza o el presupuestos para las fiestas patronales de As Dores y la Romería dos Maiores.
Más de cuatro millones de remanente
Así lo calculaba el ejecutivo el año pasado y así saldrán las cuentas: la deuda a finales de este 2022 será de 8,93 millones, poco más de la mitad del montante de los ingresos corrientes. En concreto, es el 52%, pero la ley permite llegar al 110%. Entre los remanentes de tesorería (que superarán los 4 millones) y los ingresos que debe realizar el Estado por proyectos de la Edusi (un millón) y la ayuda del IDAE a mejora de iluminación (3 millones) , la cifra llega a los 8,2 millones. Así, el desfase entre deuda y tesorería no llega al millón de euros. El regidor quiso indicar que el Concello sigue teniendo el mismo personal para gestionar 20 ó 30 millones de euros que tenía cuando se trataba de 14 millones, la cifra en que se movió el presupuesto de Lalín entre los años 2016 y 2020. “Nos gustaría tener más personal, estamos ya preparando la Relación de Postos de Traballo”, apuntó el alcalde.
El ejecutivo local, con la presentación de ayer y el próximo pleno, quiere acallar ya los temores de Compromiso y PSOE sobre si habría o no presupuestos en tiempo y forma para 2023. En este sentido, José Crespo recordó que el cuatripartito sacó adelante dos, el de 2016 y el de 2017, en este segundo año con moción de confianza. En 2018 hubo un presupuesto prorrogado y el de 2019 fue elaborado ya por el gobierno del PP.
