Ya en septiembre, la asociación Queremos Parcelarias anunció su intención de promover una plataforma a escala autonómica, para reivindicar medidas que pongan el valor el rural y su papel como productor de alimentos. En las jornadas que celebró anteayer sábado se reforzaron tomas de contacto con otros colectivos. Aunque de momento no hay nada oficial, Queremos Parcelarias ya tiene una fecha en el horizonte para esa plataforma: estará constituida a finales del primer semestre del año que viene.
El 92% de todo el territorio
En esta plataforma tienen cabida Sociedades de Fomento Forestal (Sofor) o colectivos de propietarios que estén afectados por reordenaciones de suelo, como las reestructuraciones parcelarias. El presidente de Queremos Parcelarias, Juan Carlos Sánchez Fuciños, explica que el suelo agroganadero y forestal ocupa el 92% de toda la superficie de la comunidad gallega. Y en vista de la crisis de cereal desatada por la guerra en Ucrania y la continua subida de los alimentos, lo lógico es que este suelo vuelva a producir.
Por eso, la primera propuesta de la plataforma gallega será elevar al Parlamento la necesidad de que, ya en los presupuestos de 2024 y durante 10 años, el 1% quede reservado para la ordenación del territorio agroganadero y forestal. Serían, por ejemplo, 126 millones de euros, una cantidad muy asumible dado que la inversión que realiza la Xunta en las concentraciones parcelarias es el 17,5% del total, dado que el resto del porcentaje procede de fondos estatales y europeos. “Queremos buscar la forma jurídica para que se blinde ese porcentaje y se invierta”, recalca Fuciños, consciente de que hay partidas económicas que aparecen año tras año en los presupuestos de la Xunta y no se materializan.
Fuciños estima que al año podrían invertirse, entre el aporte de la Xunta y de otras administraciones, 740 millones de euros en esa ordenación del territorio agroganadero y forestal. En diez años, serían 7.400 millones. “Es falta de voluntad, porque el porcentaje de inversión es pequeño”, señala. Y alerta de que en solo un siglo, Galicia asó de suponer el 11% de toda la población del Estado a un 5,2. Y ocurre porque los municipios que no suelen tener su territorio ordenado recortar su población hasta un 60%, mientras que en concellos con parcelarias el descenso suele ser de un 15%.
Sin color político
Sobre la asistencia de autoridades políticas a las jornadas del sábado, Fuciños agradece la presencia del alcalde de Silleda, Manuel Cuiña. Los demás regidores de la comarca ni fueron ni se excusaron. “Debe de ser porque están contentos con sus procesos de concentración”, ironiza Fuciños, puesto que hay parcelarias que rozan los 20 años de trámites, como ocurrió precisamente en Agolada. Su regidor, Luis Calvo, tenía que clausurar el evento, pero tampoco estuvo presente.
Queremos Parcelarias cuenta con Fuciños, exedil del PSOE, o Xosé Ramón Blanco, exconcejal del BNG. Pero esto no quiere decir que el colectivo haya nacido con tintes políticos ni que esté en contra de las parcelarias que acaban de iniciar trámites en Lalín y Dozón (pedidas por los propios vecinos). Solo reclama un suelo que permita el autoconsumo y la producción de cercanía en un escenario complicado por el cambio climático y las guerras.
