Abonados del Lalín Arena han transmitido quejas al BNG por averías en la zona de spa sin arreglar desde hace semanas. Tanto personas mayores, algunas de las cuales acuden específicamente a darse chorros, como usuarios del gimnasio han hecho saber a Francisco Vilariño que no funcionan dos de las cinco instalaciones, precisamente, las más completas y utilizadas. “Pagan por un servicio que no reciben y tampoco se les reembolsa el dinero”, dice el nacionalista, por lo que un servicio “muy demandado” como es el spa “casi no tiene gente”.

Los usuarios también señalan que no saben cuándo pueden ir la sauna, pues está operativa “unos días sí y otros no, sin criterio alguno”. Y añaden que el agua desprende “un olor muy fuerte, similar a la lejía, y cuando te salpica produce un sabor desagradable en la boca y reacciones en la piel”.

Vilariño admite que una avería puede producirse en cualquier momento, pero critica la tardanza en su reparación y alega que “falta política de mantenimiento”. Pone como ejemplo la elíptica averiada en el gimnasio: “le pusieron cinta aislante, una tremenda chapuza”.

El “colmo” es que, según Vilariño, vuelve a haber goteras en el Arena, apenas año y medio después de la colocación de la nueva cubierta. “Con las primeras lluvias, el sábado volvieron a aparecer. Y todo después de haber invertido mucho dinero en una cubierta y de que el concejal presumiese de que no se volverían a repetir las goteras”, declara.

Vilariño critica que un edil con una “superdedicación exclusiva” como la que cobra Avelino Souto haga “alarde del más absoluto pasotismo y de su incapacidad para gestionar esta instalación”, a la que, por cierto, también acuden usuarios de otros municipios. Sostiene que el Arena enfila la recta final del mandato “hecho un caos”, también “por falta de personal y por la actitud de alguno de los que allí trabajan”. Por eso, pedirá explicaciones en pleno a Souto, a quien “solo le queda dimitir”.

Éxito de gimnasia en el rural

El alcalde de Lalín, José Crespo, y el concejal de Deportes, Avelino Souto, acudieron ayer a las parroquias de Barcia y Vilatuxe para observar de primera mano el éxito alcanzado por las clases de gimnasia en el rural. “Se sigue apostando fuerte en la oferta de actividades que benefician la salud de la ciudadanía y que, además, fomentan los lazos entre la comunidad y termina siendo un momento de ocio”, valora el regidor. El programa cuenta con unas trescientas personas participantes, por lo que “fue necesario desdoblar las clases de algunos centros sociales para poder dar cabida a una mayor cantidad de vecinos”, aclara el edil. La actividad se ejecuta con fondos propios del Concello de Lalín y es gratuita para los usuarios. A Crespo y Souto se les unió en el local social de Barcia la concejala de zona, Carmen Canda.