Dezanos sobresalientes (LXXXVI)

Núñez de Taboada, un erudito en la Francia de Napoleón

Nacido en Bendoiro en 1778, se expatrió en 1803 y desarrolló una intensa actividad de lexicógrafo, traductor, gramático y editor

Pazo de la Calzada, en Bendoiro, casa natal de Melchor Manuel Núñez de Taboada.   | // A.V.N.

Pazo de la Calzada, en Bendoiro, casa natal de Melchor Manuel Núñez de Taboada. | // A.V.N. / Antonio Vidal Neira

Antonio Vidal Neira

Se poseen pocos datos biográficos sobre el ilustre personaje lalinense Núñez de Taboada, pese a la intensa actividad de lexicógrafo, traductor, gramático, periodista y editor que desarrolló en Francia. Era totalmente ignorado en Deza hasta que Daniel González Alén publica una amplia y completa biografía, titulada Melchor Manuel Núñez de Taboada. O erudito lalinense que brillou na Francia revolucionaria. Hombre ingenioso y modesto, versado en el conocimiento de varios idiomas, autor y traductor de varios libros, entre los que destaca el famoso Diccionario francés-español y español-francés en dos tomos, editado en 1812.

Portadas de distintos diccionarios elaborados por el lexicógrafo lalinense.

Portadas de distintos diccionarios elaborados por el lexicógrafo lalinense. / Antonio Vidal Neira

Melchor Manuel Núñez de Taboada nació en el Pazo da Calzada, en Bendoiro de Abaixo, parroquia de San Miguel de Bendoiro, en el municipio de Lalín, el 5 de septiembre de 1778 y murió en París el 12 de marzo de 1840. Décimo cuarto hijo del teniente coronel Bernardo Núñez de Taboada y María Estrella Moscoso Fariña de Luaces. Ingresó en el monasterio de Samos y después pasó al convento benedictino de Valladolid, donde tomó el hábito el 6 de mayo de 1796. Abandonó el monasterio y marchó a Francia en 1803. Se secularizó en marzo de 1805, se casó y residió algunos años en Bayona, viviendo de lo que ganaba dando clases de español y haciendo traducciones, pues dominaba el latín, el francés y el inglés. Fundó y dirigió en Bayona el periódico Diario de Ciencias y Artes (1906).

Núñez de Taboada, un erudito en la Francia de Napoleón

Núñez de Taboada, un erudito en la Francia de Napoleón / Antonio Vidal Neira

Instalado en París, dirigió la redacción del periódico bonapartista La Abeja Española hasta 1808; después trabajó para el Ministerio de Policía francés como traductor de español. Entre 1814 y 1816 estuvo involucrado en las redes de conspiradores liberales españoles contra el régimen absolutista de Fernando VII y siguió manteniendo contactos con afrancesados y liberales españoles exiliados.

Núñez de Taboada, un erudito en la Francia de Napoleón

Núñez de Taboada, un erudito en la Francia de Napoleón / Antonio Vidal Neira

En 1815 dirigió en París una Institución de interpretación general y traducción de todas las lenguas vivas y muertas (Établissement d`Intérpretation générale et Traductión de toutes les langues, mortes et vivantes), hasta 1825, lo cual hace constar en la portada de algunos de sus libros con la fórmula de “director de la interpretación de lenguas”. Fue también secretario del Gabinete Topográfico del Rey de Francia. En 1827 se nacionalizó francés y, al año siguiente vuelve a España, donde debió permanecer poco tiempo. En 1837 aparece en Burdeos y luego en París, pero no se sabe donde murió.

Su principal dedicación fue el trabajo lexicográfico: en 1812 publicó en París dos tomos del Dictionnaire français-espagnol et espagnol-français (Diccionario francés-español y español-francés: más completo que todos los que se han publicado hasta ahora), que tuvo un enorme éxito, se hicieron más de veinte ediciones, desde 1812 hasta la última en 1882 y fue mejorando en cada reedición durante todo el siglo XIX en Francia y en España. El diccionario fue muy apreciado por ser escrito por un autor que conocía muy bien la lengua castellana; es uno de los más importantes y resulta fundamental en la lexicografía bilingüe del francés y el español del siglo XIX. Por lo que respeta al diccionario francés-español, siguió casi literalmente, el de Antonio de Capmany aparecido en 1805, con muy pocos añadidos y cambios, su aportación es escasa. En el diccionario español-francés se mostró más creativo y, aunque siguió a Claude-Marie Gattel (en la segunda edición de 1803), incluyó numerosas novedades lexicográficas. Las numerosas ediciones y reimpresiones que conoció este diccionario dan muestra de su éxito, seguramente fue el repertorio bilingüe más vendido en el siglo XIX, sobre todo en la primera mitad de siglo.

El primer diccionario no académico publicado por un expatriado en Francia fue el Diccionario de la Lengua Castellana, para cuya composición se han consultado los mejores vocabularios de esta lengua y el de la Real Academia Española últimamente publicado en 1822; aumentado con más de 5.000 voces o artículos, que no se hallan en ninguno de ellos, publicado en 1825 en París, en dos tomos, realizado por Núñez de Taboada, que aprovecha el prefacio del diccionario para destacar la falta de calidad de los demás diccionarios que se encontraban en el mercado, aunque no los identifica. Ningún diccionario anterior al suyo cumple las condiciones que constituye un buen diccionario, ya que presentan defectos: “pobreza o escasez de voces, falta de definiciones o definiciones inadecuadas e inexactas, omisiones de acepciones de generalmente usadas, lenguaje trivial y chabacano y ortografía varia e incierta; tales son los defectos comunes a todos ellos. Por último, dedica la parte final de su prefacio a resaltar las bondades de su diccionario, porque acomete su redacción y el que considera como el más correcto y completo publicado hasta la fecha: “Nada diré del trabajo y de los desvelos que me ha costado la empresa de este diccionario. Todo lo daré por bien empleado si de algún modo puede contribuir a que no se descaste y desfigure la incomparable lengua de los Cervantes en estos tiempos, para ello calamitosos, en que la manía de traducir del francés cuanto se presenta, bueno o malo, ha cundido hasta cierta clase de hombres, verdaderos vándalos de la lengua, dispensados por estado y condición de toda especie de luces y conocimientos, y en que una cabila de traductores a destajo hacen gemir la prensa con un diluvio de producciones en jerigonza castellana, con que ciertos contrabandistas de la lengua española de esta capital inundan la Península y el Nuevo Mundo”.

También publicó un diccionario de bolsillo, el Nuevo diccionario portátil español-francés, compuesto por los mejores lexicógrafos, edición aumentada con una grande copia de voces usuales y con los principales términos geográficos, y en la que se ha adoptado la nueva ortografía de Academia Española, era un diccionario de bolsillo y una reducción del diccionario de 1812. La obra lexicográfica de Núñez de Taboada fue utilizada como fuente y modelo por la academia para la redacción de su diccionario.

Además, es autor de dos obras políticas: Derniers efforts de la politique de Buonaparte pour séparer l’Espagne de la coalition formée contre lui o Manifeste des Cortès de la nation espagnole sur le traité proposé par Buonaparte dans le mois de decembre 1813, que incluye documentos como el Tratado de Valençay o el Manifiesto de las Cortes de 19 de febrero de 1814, y Dernier soupir de l’inquisition en Espagne, ou conduite sage et mesurée de la regence du royaume d’Espagne envers le dernier defenseur de ce Tribunal de Sang. Recueil de pièces officielles traduites de l’espagnol, sobre los intentos del nuncio de España, por evitar la aplicación del decreto de abolición de la Inquisición.

Compuso igualmente una gramática de lengua española (Grammaire espagnole a l´usage des framçais), para la enseñanza de la lengua a los franceses que es una adaptación de la gramática de la Academia y también una versión del Arte de hablar bien francés, la conocidísima obra de Pierre Nicolás Chantreau (1741-1808), que tantas ediciones tuvo, realizadas por diferentes adaptadores, para que los españoles aprendieran el francés. De carácter marcadamente más práctico es el Guide de la conversation ou vade-mecum du voyageur, multilingüe, que escribió para facilitar el entendimiento de los hablantes de varias lenguas, y que fue reeditado en varias ocasiones.

Núñez de Taboada es autor de la traducción de una colección de obras destinadas a la enseñanza de la lengua castellana a los franceses y también a los españoles, todas ellas publicadas en Francia, como consecuencia de su exilio. Tradujo e imprimió la Constitución de Cádiz de 1812 en francés (París, 1814). El Diario Constitucional de Barcelona (29 abril 1820) recoge la siguiente noticia relacionada con esta obra: “Una carta de París de fines de marzo dice, que Núñez de Taboada, refundidor del diccionario de Capmany, ha traducido al francés la Constitución política de la Monarquía española, y que en pocos días se han despachado tres ediciones” y en 1837 tradujo y editó en Burdeos la Lengua universal marítima, o sistema completo de señales de día y de noche, del capitán de navío danés Levin-Joergen Rhode.

Para conocer ampliamente la vida, la obra y las andanzas por tierras francesas del ilustre lexicógrafo lalinense Núñez de Taboada, merece la pena consultar la amplia y documentada biografía publicado por el investigador Daniel González Alén.

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