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Lotería en crisis: más jugadores, menos dinero

Las administraciones desmontan el tópico y coinciden en que los vecinos reducen las apuestas | El Gordo de Navidad sí mantiene el tirón

Un cliente en la administración de loterías Número 1 de Lalín, en verano. | // BERNABÉ

“Si no tienes para comprar pan, no vas a meter más dinero en los juegos de azar”. Así resumen desde la Administración de Loterías Número 1 de Lalín la situación del sector en estos tiempos de recesión económica. La leyenda urbana de que en épocas difíciles tentamos más a la suerte es eso, un tópico que no tiene nada que ver con la realidad: puede haber más clientes jugando al Euromillón, la Primitiva o la Bonoloto, pero cada uno apuesta menos dinero que antaño.

Desde el pasado mes de julio, la Primitiva se juega no solo los jueves y sábados, sino también los lunes, y desde septiembre, las apuestas de la Bonoloto pasaron a ser los siete días de la semana. Podríamos pensar que, al haber más jornadas de juego, habría más apuestas. Pues no. La citada administración señala que “igual los clientes prueban más, pero con menos dinero, de modo que si antes apostaban seis euros, pues ahora se juegan solo dos”. Es la misma opinión de Loterías París, en la Praza da Marina de Lalín.

Las apuestas por internet y los menores

Gustavo Pousa, que está al frente de la administración de loterías de Silleda, recalca que “los juegos de azar están estabilizados, quizá tengan más reclamo los botes desorbitados”, pero al mismo tiempo señala que en estos tiempos en que toca apretarse el cinturón, los vecinos tienen otras prioridades antes que tentar a la suerte. Pero ojo, porque “no por jugar mucho te va a a tocar”, añade.

Por ley, los menores de edad no pueden participar en los juegos de azar de forma física. El problema es que sí tienen acceso a apuestas online a través del teléfono móvil. “Ahí es donde está el peligro de adicción”, indica Pousa. En varias plataformas, los menores pueden apostar dinero de forma virtual y anónima, e incluso obtener bonos si se trata de nuevos jugadores. Los progenitores pueden echar mano de herramientas de control parental para filtrar contenidos o evitar publicidad. Tienen a su disposición, también, una Línea de Ayuda en Ciberseguridad de Incibe.

Terminaciones favoritas

Donde sí hay un repunte, como todos los años por estas fechas, es en la Lotería de Navidad. Pero no tiene que ver con la recesión económica, sino con que regalarse un décimo entre familiares, amigos o compañeros de trabajo es una tradición, desde hace años. En Loterías París, la mayoría de empresas de la zona ya hicieron sus reservas de décimos, mientras que los clientes particulares suelen esperar a las próximas semanas para realizar sus compras. En esta administración de la Praza da Marina las terminaciones favoritas son 0,3,5 y 7.

Por su parte, en el despacho de la rúa Principal de Lalín constatan que la gente de más edad suele hacerse con décimos con bastantes semanas de antelación (esta lotería está a la venta ya desde mediados de verano), mientras que los más jóvenes suelen comprar solo un décimo y en las jornadas más próximas a la fecha del sorteo. También son los vecinos de más edad los que prueban suerte con los sorteos de la Lotería Nacional.

Y aquí tenemos que desmontar otro tópico. Siempre se dice que allá donde ocurre una desgracia, suelen caer premios sustanciosos del sorteo del 22 de diciembre. Pues no se crean, el año pasado cifras relacionadas con la erupción del volcán de La Palma convivieron con fechas de nacimiento o de aniversarios, como indica Gustavo Pousa. En Casa Neira, en A Estrada, “el hecho de decantarse por una cifra determinada o dejar que escoja la máquina varía, según el cliente. Tenemos de todo”, apunta Manuel Neira.

La administración de loterías de A Estrada ya repartió el Gordo de Navidad en 2018. BERNABE/J.CARLOS ASOREY

La fecha del óbito de Isabel II

Decíamos que a la hora de comprar un décimo de Lotería, hay quien echa mano de fechas señaladas en su vida o en la de sus personas más cercanas. En la administración de Loterías de A Estrada a su gerente, Ángeles Bahamonde, una cliente le ha pedido un décimo con la fecha de la muerte de Isabel II de Inglaterra, que sería el 80.922. “Busqué el número por el terminal y no lo había, pero sí puede aparecer en otra administración”, explica.

Hay otro número que tampoco está disponible en A Estrada, el 25.148. “Está agotado desde septiembre”, apunta Bahamonde. La administración estradense tiene consignado el décimo de forma íntegra, y su acogida es más que excelente, año tras año. Sin ir más lejos, en el sorteo del año pasado el 25.148 coincidió en sus tres últimas cifras con el gordo, el 86.148. Por eso, cada poseedor de un boleto pudo cobrar 120 euros. El primer verano sin restricciones de movilidad tras la pandemia sanitaria sí animó bastante la venta de Lotería de Navidad en A Estrada, y no solo de décimos del 25.148, indica la gerente de la administración. Bahamonde indica que la mayor presencia de turistas de otros puntos de Galicia o del resto del Estado sí afectó a las ventas. Y es normal, porque, como decía el mítico anuncio de 2016 de la Lotería de Navidad, todos nos preguntamos al viajar “¿y si cae aquí?”.

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