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iván garcía teo | Coordinador del Centro de Cogami en Medelo

“El futuro pasa por abarcar más con algo del estilo de las viviendas o pisos tutelados”

Una comida de confraternidad en A Estrada el 7 de octubre celebra la primera década de existencia del recinto silledense

Iván García, en el CRD de Medelo. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

El Centro de Recursos que Cogami tiene en marcha en Medelo celebra este año su décimo aniversario. Con tal motivo, el viernes 7 de octubre tendrá lugar una comida en el Pazo de Xerlís de A Estrada, cuya inscripción finaliza el 28 de septiembre en los números 986 581 387 o 663 940 759. El psicólogo compostelano Iván García Teo es el responsable del establecimiento.

–¿Cuál es su valoración de esta primera década del centro?

–Abrimos el 17 de septiembre de 2012, año en el que empecé a trabajar como psicólogo, y llevo la coordinación del centro desde 2019. Tengo que decir que mi valoración es muy positiva. Cuando comencé se nos explicaron todos los objetivos y las metas del centro a todos los trabajadores y creo que poco a poco lo estamos consiguiendo. Un caso aparte fueron estos dos años de pandemia, que quedamos un poco congelados en el tiempo, pero yo creo que si miras atrás durante estos diez años todas las metas que nos fuimos marcando se cumplieron y en cuanto al futuro está todo mucho más cerca gracias al trabajo de todo este tiempo. El centro modelo que queríamos crear cuando se abrió en 2012 yo creo que se está consiguiendo.

–¿Qué le faltaría para ello?

–Nos falta abarcar más y dar mayores servicios a los usuarios y a la gente que nos lo demanda. Me refiero a servicios residenciales y de viviendas tuteladas. Yo creo que eso es un paso que ya se está comentando en la organización porque es una necesidad que demandan las familias para el día de mañana poder acceder a una residencia o a una vivienda tutelada o a un servicio en el que puedan realizar su día a día y dormir. Al final, cómo llamarlo es lo de menos porque es fundamental y en los próximos años tiene que ser la línea de trabajo. Se trata de conseguir una vivienda o pisos compartidos o una residencia o algo de ese estilo para ellos.

–Las residencias de mayores sufrieron como pocas la pandemia, ¿también hubo retroceso en el caso de los usuarios de Medelo?

–Yo no le llamaría retroceso. Sí que pienso que una serie de condiciones se modificaron. Ellos tenían una evolución y al final esa evolución quedó no digo parada sino que siguió otros caminos. Nuestro trabajo es intentar reconducírlos. Si hablamos de objetivos trabajados a nivel laboral o en cuanto a metas conseguidas, es cierto que en un primer momento hubo cosas que se perdieron como nos pasa a nosotros en nuestra vida normal. Hablo de que tú dejas de hacer una tarea y al final te olvidas y te cuesta pero hubo que reconducir.

–¿En qué consistió ese trabajo?

–Tengo que reconocer que hicimos una gran labor desde el centro porque ellos trabajaban en casa, organizamos rutas, distribuimos material por las casas, videollamadas y a las personas que carecían de dispositivos o acceso a internet se les prestó un ordenador desde la organización. Por eso pienso que se llevó a cabo un gran trabajo y por lo menos durante todo ese tiempo mantuvimos lo que había y luego hubo que reconducir. A día de hoy, sinceramente, si consiguiésemos sacarnos la mascarilla y una serie de medidas que quizás van a estar toda la vida, yo pienso que podría parecer que no existieron esos años. Afortunadamente, ya hemos retomado toda la línea de cómo trabajar y de cómo era antes.

–¿Necesita el centro de Medelo alguna remodelación para adecuarlo a los nuevos tiempos?

–Estamos perfectamente. Cuando me fijo en las metas del futuro me vaso más en aumentar servicios, como puede ser el de fisioterapia porque por la zona es muy difícil de encontrar. También sería bueno aumentar y avanzar en lo que actividades se refiere con una serie de talleres que nos gustaría poder potenciar más todavía. Pero como te decía para mí lo fundamental es dar el paso hacia servicio residencial que atienda la demanda a la necesidad de las personas. Pienso que es nuestro objetivo de aquí a cinco o diez años una persona pueda hacer vida de lunes a viernes fuera de su domicilio y el fin de semana pudieran regresar a sus casas porque últimamente nos llama gente de Valga, de Santiago y de zonas donde no podemos darle un servicio de transporte, que necesitaría multiplicar por tres sus horas. Personalmente me quedé gratamente sorprendido con el centro de formación profesional de Sergude, que van allí de lunes a viernes y el fin de semana para sus casas, porque me parece realmente lo mejor.

–¿No le parece que abarcan un territorio demasiado extenso para un centro como el de Medelo?

–En estos momentos nuestra área de influencia corresponde a toda la comarca de Deza y concellos limítrofes, así como la comarca de Tabeirós-Terra de Montes y Cuntis. Vamos desde Vila de Crucis hasta Vedra o Boqueixón haciendo frontera con Santiago. La zona es muy grande y hay gente que llama desde Valga a los que le tenemos que decir que llega un momento en que no podemos ir más allá. Nos hemos encontrado con gente que llama desde Santiago que quiere venir porque le gusta el centro y quiere venir porque consideran que es el centro apropiado para ellos. En los próximos años tendremos que dar demanda a estas personas pero de momento es difícil.

–¿Ha notado diferencias entre usuarios del rural y de las ciudades a la hora de acudir al centro?

–Sinceramente, en principio nunca hemos notado ninguna diferencia entre los usuarios procedentes de entornos rurales y los que llegan desde las urbes. Nunca había escuchado que hubiera ese contraste entre unos y otros. Desde el primer día en el que llegan es indiferente la procedencia rural o urbana de nuestros usuarios. En general, la gente demanda nuestros servicios, están contentos y vienen aquí sin comportamientos distintos. Al final, lo nuestro es una labor social. Es un trabajo fabuloso porque es diferente al resto. Yo siempre digo que este trabajo hay que vivirlo. Tú puedes ser un profesional de lo social, pero si vienes a un centro como el de Medelo tienes que vivirlo.

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