Con los últimos retoques todavía pendientes, la reforma de la calle Maruja Gutiérrez ya ha suscitado quejas entre los vecinos. Aseguran que los bolardos incumplen la normativa y causan daños en los vehículos, que no pueden acceder a algunos garajes y que si solo va a haber farolas por un margen de la vía la iluminación será insuficiente.
Los bolardos “provocan bastantes daños en los coches”, alegan. De hecho, la calle aún no está abierta al tráfico y algunas de estas piedras ya presentan marcas de vehículos e incluso manchas de aceite.
Los denunciantes creen que los bolardos instalados son “ilegales, tanto en altura, como en forma y color”, a tenor de la normativa estatal reflejada en el artículo 29 de la Orden VIV/5618/2010 de 1 de febrero, sobre condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados: “Los bolardos instalados en las áreas de uso peatonal tendrán una altura situada entre 0,75 y 0,90 m, un ancho o diámetro mínimo de 10 cm y un diseño redondeado y sin aristas”, reza el documento. El mismo texto legal recoge que estos elementos serán de “un color que contraste con el pavimento en toda la pieza o, como mínimo en su tramo superior, asegurando su visibilidad en horas nocturnas”. Y añade que “se ubicarán de forma alineada, y en ningún caso invadirán el itinerario peatonal accesible ni reducirán su anchura en los cruces u otros puntos del recorrido”.
Varios propietarios de plazas de garajes dicen que no pueden meter sus coches, ya que “nos rascan en la entrada”, refiere un usuario del portal número 3. Además, este último garaje, por ejemplo, tenía unas salidas de gases en la acera “que nos indican que son ilegales y, por lo tanto, las han tapado”. Pero se preguntan “cómo se puede tapar y no dar opciones a la extracción de gases de un garaje y por qué en los edificios de enfrente sí se las han dejado en la acera”.
Por último, al ver que solo se han colocado farolas en el margen derecho –en el sentido de la numeración de la vía–, temen que la calle quede mal iluminada. “Si retiran los focos del otro margen tendremos una iluminación deficiente en ese mismo lado, ya que con los focos se puede apreciar que las farolas no son suficientes”, sostienen.