Las comidas familiares volvieron a llenar ayer los puestos de pulpo y la carballeira del recinto saletino de Siador. Aunque la fiesta ya no es lo que era, sigue siendo cita obligada para muchos silledenses de Siador y otras parroquias cercanas, incluida la capital municipal, por supuesto. La iglesia albergó eucaristías durante toda la mañana, con la solemne de la una cantada por la Coral Polifónica Trasdeza, y una por la tarde. Una vez finalizada esta última liturgia, la Banda de Música Municipal de Silleda ofreció un concierto. Y, por la noche, hubo verbena con Sensaciones y JB Son.