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In memoriam // Francisco García Villanueva

Un pionero del churrasco

Francisco García Villanueva, en su restaurante en 1998.

Lalín perdió ayer a un pionero del churrasco, no solo en el municipio sino en toda Galicia. La suya fue una de las primeras parrillas que empezó a funcionar, allá por 1971, cuando mucha gente por estos lares aún no entendía lo de quemar la grasa de la carne. Francisco García Villanueva, fundador de la parrillada a la que puso su segundo apellido, falleció ayer a los 86 años. La casa mortuoria es el Velatorio de Lalín, desde donde será conducido hoy (18:00 horas) hasta la capilla del cementerio nuevo para su funeral y posterior inhumación.

Nativo de A Torre, en la parroquia de Carboentes (Rodeiro), conoció la emigración, primero al País Vasco y luego a Francia, en donde pasó varios años en Poissy. Se casó con Modesta Montoto Areán, lalinense de O Corpiño, y tuvieron tres hijos: Nemesio, José Ramón y Francisco. A finales de la década de 1960, se establecieron en Silleda con un negocio textil de punto que llegó a tener “cuatro o cinco empleados”, como recordaba ayer el cronista Daniel González Alén. Aunque a Francisco no le gustaba mucho aquel mundillo y pronto empezó a trabajar en la compañía eléctrica Neisfema, de Pontevedra, que por aquel entonces operaba en la comarca dezana.

Pero él era un emprendedor, así que pensó en comprar un solar para montar su propio negocio. La oportunidad le llegó en A Corredoira, en la periferia del núcleo urbano de Lalín. El churrasco era un invento nuevo y arriesgado, por lo que quiso conocer dos negocios ya operativos: La cabaña del cazador, en A Coruña, y el asador argentino Martín Fierro, en Ourense. A partir de ahí ya se dedicó en exclusiva a su restaurante. “Aparte de atender la parrilla, siempre estaba atento al público, con una sonrisa”, rememora González Alén.

Parrillada Villanueva enseguida cogió fama y su ubicación estratégica al pie de la N-525 la convirtió en parada obligada para mucha gente que hacía el trayecto entre Ourense y Santiago. Entre los comensales hubo muchas caras conocidas, sobre todo del mundo de la política en unos años en los que “media delegación de la Xunta” provenía de tierras ourensanas. El negocio está hoy en manos de su hijo José Ramón, que lo amplió con hotel a finales del siglo pasado.

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