De histórico pueda calificarse lo acontecido ayer en el Museo Municipal Ramón María Aller de Lalín. En el inmueble donde vivió el sabio universal se exhibieron pertenencias suyas que había guardado la familia del hijo adoptivo de la villa Enrique Vidal Abascal, además de otros documentos como cartas entre ambos. Los encargados de realizar esta donación al ayuntamiento fueron los hijos del matemático y pintor (Oviedo, 1908-Santiago de Compostela, 1994) Enrique y Félix Vidal Costa.

Además de formularios sobre astronomía manuscritos o mediciones para el futuro observatorio astronómico de Santiago inéditos, libros de oraciones, estampas y cartas entre Aller Ulloa y Vidal Abascal, se expuso la billetera que portaba el hijo ilustre lalinense cuando falleció, que todavía conservaba su DNI. Este legado pasará ahora a formar parte de los fondos municipales y supone un paso más de cara a la materialización de un museo dedicado a los científicos lalinenses que se asentará precisamente en el inmueble dedicado desde su inauguración hace algo más de tres décadas a las artes plásticas. Así lo avanzó en el acto el alcalde, José Crespo, quien recordó su promesa electoral para que Lalín contase con espacios museísticos diferenciados para ciencia, música y artes plásticas.

El mandatario planteó a los descendientes de Vidal Abascal la cesión de más material para el futuro museo, que tendría como figuras relevantes, además, al José Rodríguez (O Matemático de Bermés) y a Wenceslao Calvo Garra. “Los de Lalín estamos muy orgullosos de lo nuestro y nos gusta tener vida propia y por eso cuando encontramos cosas como esta es esencial darles vida y luz”, proclamó Crespo.

Dibujos de Laxeiro realizados por Vidal Abascal y cartera y otras pertenencias de Aller. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN alfonso lolo

Enrique Vidal Costa indicó que además de los bienes ya mencionados –entre ellos un centenar de cartas– figuran apuntes de Aller Ulloa de su curso de doctorado, manuscritos destacados o sellos alusivos al “observatorio de Lalín”. Los hijos de Vidal Abascal reivindicaron su condición de lalinenses a pesar que el que había nacido en la localidad fue su abuelo, Enrique Vidal Bobo. Recordaron la íntima relación entre su progenitor y el sabio, no en vano se le considera uno de los discípulos del sabio lalinense. Por último, reivindicó para Aller Ulloa y para su padre la puesta en marcha de la Facultad de Matemáticas en el campus compostelano en la década de los años 50 del siglo pasado.

El alcalde garantizó que el Concello no solo velará por mantener este legado sino que la figura de Vidal Abascal y por supuesto la de Aller tendrán un espacio preferente en el futuro museo de los científicos. Con Liñares como lugar de homenaje al aviador Joaquín Loriga (además de compartir espacio con los museos de la marioneta y del juguete), ahora será preciso buscar un inmueble dedicado a las artes. En este sentido recordó que donde estaban compareciendo era la casa de Aller y por su diseño quizá tampoco reunía las condiciones para albergar un museo artístico al contar con un tamaño bastante ajustado.

Otra caja contiene también innumerables recuerdos familiares de otro gran amigo de Vidal Abascal; el pintor José Otero Abeledo. Son decenas de cartas e incluso dos retratos de Laxeiro elaborados por el científico. “Laxeiro y nuestro padre hablaban mucho por carta y sobre todo del concepto de la amistad como el de mayor consideración del ser humano”, declaró. Además, aseguró que la relación entre ambos se produjo a edad muy temprana, cuando tenían en torno a 18 años y Laxeiro ejercía como barbero en Lalín.

En la presentación –con presencia del investigador Antonio Vidal Neira, amigo personal de Enrique Vidal Costa– intervino la edil de Cultura, Begoña Blanco. Esta reivindicó la figura de Vidal Abascal y su relación con Aller y con Laxeiro.

Dos años de la sustracción de bienes de Aller

Los enseres personales y documentos de Ramón María Aller Ulloa se sumarán a otros fondos depositados en el museo del sabio lalinense. Precisamente ahora se cumplen algo más de dos años desde que el Concello denunció a desaparición de una caja de cartón con diverso material de relevancia cultural relativo al astrónomo Ramón María Aller que estaba en una vitrina del museo. Entonces Begoña Blanco lamentó este triste episodio, con la confianza de que las fuerzas de seguridad pudiesen dar con el paradero del material, pero desde que la sustracción de los bienes trascendió –en junio de 2020– nada más se ha sabido de los mismos. Al parecer se trata de documentación valiosa no solo por formar parte del legado de Aller, sino porque evidentemente se trata de material inédito que nunca debería haber desaparecido del museo que lleva su nombre. A raíz de aquellas denuncia del ayuntamiento la Guardia Civil instruyó diligencias, con toma de declaración a representantes del gobierno y trabajadores municipales.