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Las gasolineras denuncian retrasos desde Hacienda para devolver los anticipos de julio

Algunas recibieron el dinero aún la semana pasada | El desembolso oscila entre los 50.000 euros y los 1,5 millones| Las bonificaciones continuarán hasta fin de año

Una trabajadora de Staroil reposta combustible en un vehículo. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Desde el 1 de abril, a la hora de repostar combustible tenemos un descuento de 20 céntimos por litro, que o bien asume el Estado en el caso de las estaciones más pequeñas, o se reparte entre 15 céntimos que asume el gobierno y los 5 restantes las operadoras con una cifra anual de negocio de más de 750 millones de euros. Esa bonificación que recibimos los consumidores es adelantada por las propias gasolineras, que pueden pedir la devolución de ese dinero a Hacienda en los primeros quince días de cada mes. Es decir, ahora en la primera quincena de septiembre deben solicitar el reintegro del dinero que adelantaron en agosto.

El futuro de las pequeñas empresas

Pues bien, quizá porque coincidió con el mes de vacaciones, varias estaciones de servicio recibieron el ingreso de julio todavía la semana pasada. Fue lo que le ocurrió a la estación de servicio de Camanzo, en Vila de Cruces. Su gerente, Miguel Vallo, explica que desde el inicio de las bonificaciones “estás adelantando 50.000 euros, que a veces, según las ventas, pueden llegar a los 80.000 ó 90.000”. En el caso de esta estación, la temporada alta de ventas no es verano, como ocurre en la costa, sino en primavera y otoño: cuando coincide con el arranque de las tareas agrícolas y la llegada del frío, respectivamente.

Esta demora afecta al futuro de estaciones libres, que no están abanderadas, pero también al de otras empresas que no figuran entre las grandes operadoras. En el caso de Staroil, su administrador Pablo Val indica que sus estaciones de servicio pueden estar adelantando 1,5 millones al mes. “Esto es un despropósito, porque además de retrasar los pagos, el personal de Aduanas nos obliga a justificar cada litro” y, si detecta algún error, la devolución de ese dinero que adelantó la gasolinera en cuestión se retrasa. “Hay empresas que igual están dos o tres meses sin recibir esa devolución porque igual se engañaron en dos litros, y ahora tienen un requerimiento”, indica Miguel Vallo.

"Hay empresas que tardan dos o tres meses en recibir el adelanto, porque se equivocaron en dos litros y tienen un requerimiento"

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A ojos de Pablo Val, el sistema que lleva en marcha cinco meses no es otra cosa que “una intervención estatal en las cuentas de las empresas, están nacionalizándonos, y esto nunca se ha visto en otro país”. Val explica que ahora las gasolineras están obligadas a firmar contratos fijos con sus empleados, pero es que en el caso de estaciones de servicio libres o llevadas por autónomos hubo que contratar a personas a mayores solo para encargarse de las bonificaciones y de tramitar toda la documentación, mes a mes, ante Hacienda, para recuperar ese dinero. Fue lo que le ocurrió a la de Camanzo. “La estación que antes pida esa devolución, antes cobra. Y está claro que las empresas más grandes son las que primero cobran, pues envían la solicitud ya el día 1 ¿Por qué? Porque tienen más personal y más facilidades. Nosotros es raro que podamos enviar toda la documentación antes del día 4 ó 5”, compara Miguel Vallo.

Este sistema de devolución de los anticipos para Pablo Val refleja “una dictadura de los funcionarios y de la administración, y esto está fuera de lugar. Lo siguiente va a ser intervenir las cuentas de los ciudadanos para pagar la deuda” pública, teme. “Nunca, en ningún país, obligaron una empresa a coger tu propio dinero y entregárselo al cliente”. Val está al frente de nueve gasolineras y un gasocentro, e insiste en que las grandes petroleras subieron adrede el precio en surtidor “en connivencia con el Estado”. A nadie se nos escapa cómo en mayo, apenas un mes después de la entrada en vigor de estos descuentos, el gasóleo pasó la barrera de los 2 euros. Era previsible que volviese a ocurrir durante la operación salida de vacaciones, pero no. Sin embargo, está pasando ahora, de nuevo, con la operación retorno y el regreso a la rutina laboral y escolar. Vallo explica en este sentido que “el precio varía todos los días, y las más beneficiadas de las bonificaciones son Repsol y Cepsa, porque pueden marcar el precio que quieran, ya que tienen más margen que una gasolinera libre”. Val también acusa a Repsol y Cepsa, además de BP, de marcar la ruta de los precios. Estas operadores, según el responsable de Staroil “multiplicaron sus márgenes de beneficio en un 300%”.

Cubrir márgenes

Antes de estas bonificaciones, la diferencia entre una estación abanderada y una libre podía ser de varios céntimos en el litro de gasóleo o gasolina. Eso ahora ha desaparecido. “Antes, como gasolinera libre, yo podía escoger la petrolera que quería e iba al combustible más barato, pero ahora el precio está similar al de una abanderada”, apunta el responsable de la gasolinera de Camanzo. Con un precio que puede variar hasta 10 céntimos entre un lunes y un viernes, operadoras abanderadas sí pueden aplicar esas bajadas o esas subidas ya al día siguiente, pero una estación libre no. “Nosotros nos vemos obligados a mantener el precio inicial hasta que vendamos todo el producto”, para poder cubrir márgenes.

Por el momento, los descuentos de 20 céntimos por litro seguirán hasta final de año. “A nosotros no nos pasaron el borrado ni atendieron otras propuestas, como rebajar el IVA o el impuesto especial de hidrocarburos”, que supone la mitad del precio final del combustible, indica el responsable de la gasolinera cruceña.

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