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La batalla entre el feísmo y el arte

A Estrada tiene grafitis por doquier, algunos son trabajos de artistas callejeros y otros muestras de vandalismo

Los murales confrontan las pintadas en la Casa das Letras

A Estrada lleva años en un proceso de reconversión y renovación constante. Una nueva alameda, una nueva Praza do Concello, nuevo centro de salud, peatonalización del centro… Pero más allá de los grandes cambios de infraestructuras, existen cambios mucho más pequeños casi a diario. Las paredes, muros, portales o cualquier superficie que se pueda pintar son lienzos para los artistas callejeros; eso sí, hay quien los aprovecha y quien los maltrata.

La Estación es el centro neurálgico que rige todas las pintadas artísticas del pueblo.

En un recorrido por el pueblo se pueden encontrar murales que son auténticas obras de arte y pintadas de todo tipo que sustentan el fenómeno del “feísmo”, algo de lo que ni se escapa el municipio estradense.

Pese a la distancia con Vigo, se puede ver el odio a esa zona viguesa.

La asociación de la Estación, llamada los Ocionautas, están detrás de la inmensa mayoría de los murales artísticos del pueblo, algunos tras llegar a acuerdos con propietarios de viviendas y otros con el Concello.

Partitura del himno estradense en la Praza da Música.

La idea de Alonso de la Cantera, uno de los precursores de la iniciativa, es llenar A Estrada de colores por todas las esquinas para combatir tanto los “feos muros grises” como los actos vandálicos. De hecho, tiene en marcha un proyecto que bautizó como el “Antivandalism Team”. Un grupo de personas con él al mando buscan llegar a acuerdos con los propietarios de los edificios que sufrieron pintadas vandálicas para sustituirlas por murales artísticos. Es algo difícil por la negativa de algunos vecinos, pero está seguro de que se acabará logrando poco a poco. En septiembre, a la vuelta de las vacaciones, apunta a terminar de definirse.

Los baños públicos de la Alameda no tardaron en ser víctima del vandalismo.

Casos como un edificio céntrico que contaba con una pinta en contra del alcalde, José López, son llamativos para de la Cantera. Su fachada fue recientemente pintada de blanco otra vez, pero tuvo durante años pintadas de tinte reivindicativo. Alonso de la Cantera junto a varios jóvenes ofrecieron pintar en dicho muro un grafitti que ya tenían planeado, pero recibieron una respuesta negativa por parte de los propietarios, que “no veían mal esa pintada”, apunta el miembro de Ocionautas.

Aunque no tenga mar, A Estrada tiene una gran ballena.

Así mismo, destaca que este grupo respetará la ley callejera de los grafiteros de no tocar el trabajo ajeno. Destaca que es algo de sabiduría común y que alterar el dibujo de otro artista puede acarrear graves problemas, como enfrentamientos grupales o incluso agresiones físicas, como tiene sucedido alguna vez en territorio estradense.

Frases de todo tipo suelen llenar las paredes de callejones.

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