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Del desguace también se sale

El pionero autobús de A Estrada Dixital que llevaba Wifi al rural es hoy la oficina móvil de la Escudería Estradense, que lo recuperó del olvido en el depósito municipal

Estado actual del antiguo autobús de A Estrada Dixital. BERNABE/JAVIER LALIN

Solo tiene 63.000 kilómetros pero han sido suficiente para vivir muchas cosas. Durante años, el autobús con matrícula LU-2931-M fue un reclamo de las nuevas tecnologías, llevando internet por las zonas del rural. Era toda una novedad en su momento pero pronto el avance imparable de la tecnología que le daba sentido lo dejó en el olvido. Durante nueve años estuvo tirado en el depósito municipal hasta que un día pasaron por allí varios miembros de la Escudería Estradense y lo vieron. Así comenzó una nueva vida para el autobús que durante años fue una de las caras más visibles del proyecto A Estrada Dixital y que hoy, después de mucho trabajo, es la oficina móvil de la escudería que lo recuperó.

El autobús estaba retirado en el depósito de Guimarei. | CEDIDA Lois Docampo

La historia de este autobús comienza hace casi dos décadas cuando Telefónica lo habilitó para convertirse en un elemento publicitario de internet. El vehículo iba por entonces de pueblo en pueblo, para que los vecinos pudiesen entrar en él y navegar por la red gracias a la conexión móvil que tenía instalada. Esa utilidad sin embargo pronto quedó obsoleta y perdió interés para la compañía. Así fue como se hizo con él el proyecto A Estada Dixital, una pionera iniciativa que tenía como objetivo llevar internet a todo el municipio estradense.

Presentación del proyecto A Estrada Dixital en 2007. BERNABE

El autobús recibió en ese momento, hace unos diez años, un lavado de cara para convertirse en uno de los elementos visibles del proyecto. En él se realizaron actividades formativas para niños y se utilizó como punto de conexión en eventos como la Rapa das Bestas. Precisamente, uno de sus puntos fuertes era su conexión a la red y su capacidad para albergar diferentes equipos informáticos.

Antes de la reforma.

Su aventura sin embargo duró poco. Quedó en desuso y fue trasladado al depósito municipal de vehículos, en el recinto ferial de Guimarei, donde quedó en el olvido. Allí estuvo nueve años, tiempo en el que las condiciones climatológicas fueron haciendo mella en el otrora símbolo de los nuevos tiempos. Parecía que su historia llegaría a su fin teniendo en cuenta su mal estado pero en su camino se cruzó la Escudería Estradense. Según recuerda su presidente, David Gil, en una visita que realizaron al recinto, vieron el autobús. “Fuimos a mirar cómo estaba por dentro y su estado era muy malo. Podíamos recuperarlo pero todo dependía del motor. Decidimos que si encendía, intentaríamos quedarnos con él. Para nuestra sorpresa, encendió a la primera”, recuerda.

Después de la reforma.

El siguiente paso fue hablar con el Concello para pedirle una cesión. El autobús pertenecía a la Fundación Cultural, que vio con buenos ojos sacárselo de delante. Así, hace ahora dos años se aprobaba definitivamente su cesión a la escudería. “Por dentro no valía para nada, así que lo primero que hicimos fue arreglarlo por fuera para la Subida siguiente. Nos sirvió como publicidad. Al año siguiente ya lo arreglamos por dentro. Se ha convertido en nuestra oficina”.

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