A Bandeira celebró ayer su 46ª edición de la Festa da Empanada, con la aspiración de conseguir la ansiada declaración de cita de interés turístico nacional. Desde luego, la cita gastronómica sigue demostrando que es uno de los eventos que congrega a más gente en el municipio de Silleda. En torno a unas 8.000 personas, según las previsiones facilitadas por el presidente de la comisión, Andrés Seoane, gozaron de la tradicional cena de peñas, sumando las reservas de mesas, las carpas particulares y los puestos de pulpo.
Las celebraciones se iniciaron por la mañana con el tradicional pasacalles, que contó con la participación de la Banda Recreativa e Cultural de A Bandeira, la cual pasado el mediodía ofreció un concierto en la Carballeira da Silva. Acto seguido, tuvo lugar la misa cantada por la Coral Polifónica de Agolada. La sesión vermú estuvo amenizada por la Charanga Os Alecríns.
A media tarde dio comienzo la festividad presentada por Cristina Collazo y Pepe Ayude, que dieron paso al pregón de este año, a cargo de la chef compostelana Lucía Freitas, que se estrenaba en este menester. Durante su intervención agradeció la invitación a la celebración de “una de las mejores fiestas de Galicia”. Con referencia a la localidad, alabó la unión vecinal existente, así como el interés mostrado por mantener las tradiciones y la cultura. Asimismo, manifestó que “A Bandeira es un ejemplo para el resto del rural y de Galicia”, además de admitir que el pueblo tiene un “gran espíritu de acogida” y de ser “grandes anfitriones desde hace siglos”. Algo que ejemplificó con el tránsito de los peregrinos que, a su paso por la zona, fueron popularizando este plato tradicional. En su discurso también tuvieron un papel importante las mujeres, como personas “sabias, luchadoras y empresarias de su vida y de su economía”, algo que la cocinera afirma que ve en la localidad silledense.
Entrando en cuestiones más históricas, Freitas no quiso olvidarse de los orígenes de esta festividad, datada en 1974 e iniciada como una reunión vecinal. La chef alabó la elección de la empanada como protagonista del festejo, ya que es “uno de los símbolos de la gastronomía gallega”. Asimismo, hizo mención a otro emblema de aquella primera fiesta, que fue un carro, algo que para la compostelana supone “otro signo de la inteligencia comunitaria del pueblo, de arraigo popular y de conciencia”. Como colofón a su pregón, Lucía Freitas quiso enfatizar en la idea de que A Bandeira es un pueblo acogedor y receptor, puesto que en él “se juntan cocineros, casas de comidas y restaurantes de toda Galicia que traen su buen hacer a la localidad”.
La cita continuó con el concurso de empanadas, que se habían ido depositando durante la tarde en el mostrador habilitado en la Carballeira da Pomba. La variedad y originalidad saltaba a la vista, pues, si bien algunas mantenían su aspecto tradicional, otras se presentaron bastante innovadoras que representaban una vaca, un zueco o incluso un incendio con sus llamas y su bombero.
Puja récord: 2.400 euros
En la disciplina de profesionales se alzó con el primer puesto A vaca vella do albariño con pemento amarelo, elaborado por la Panadería Mazás, de Piloño (Vila de Cruces) que también se llevaría el galardón a la empanada más original del concurso. La medalla de plata la obtuvo el restaurante Porta do Sol, de Lamela (Silleda), con una propuesta de luras estofadas. Completó el pódium Peixería Áncora, de A Bandeira, con xoubas da ría
En la categoría de aficionados, el primer puesto fue para una clásica de esta cita gastronómica: Lola Sangiao, con su empanada de carne de vaca de A Bandeira. En segundo lugar quedó la propuesta a base pan de millo y mejillones como relleno, obra de Ana Codesido, Clara, Carlota y Carmen Cochón; esta creación fue reconocida también como el plato más tradicional. Y el bronce fue para para el plato hecho también con pan de maíz y xoubas por Carmen Cochón.
Posteriormente, se celebró la subasta, que igualó su récord histórico en cuanto al precio más elevado pagado por una empanada: hasta 2.400 euros desembolsó una pareja de Madrid por la vaca de Mazás, mientras que los otros dos premios profesionales se vendieron en 220 y 200 euros. Las tres empanadas premiadas en la categoría amateur tampoco se quedaron atrás: 2.000 –Peña Duro e Hijos–, 500 y 220 euros, respectivamente.
La puja dio paso a la cena amenizada por Os Alecríns y Os Ferraias da Etea. La verbena contó con las orquestas América SL y Estrella Mar.
A Bandeira cierra hoy sus fiestas de verano con torneo de petanca, actividades para los niños, música de la Banda Artística de Merza y misa cantada por la coral Vales Mahía.