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San Roque está de vuelta en O Foxo

El sótano de Luis Varela retoma mañana tras dos años la eucaristía en su honor

Luis Varela junto a la imagen de San Roque, ayer, en el bajo de su vivienda. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Dos años después la eucaristía en honor a San Roque, en O Foxo (Silleda), se retoma en el bajo de la vivienda de Luis Varela. Este devoto de uno de los tres patrones del peregrino trabaja estos días para que todo vuelva a la normalidad tras la pandemia y mañana, a las 19.00 horas, más de 200 fieles puedan acudir al evento eucarístico oficiado en esta ocasión por el párroco de Silleda. El propio Varela recuerda que hace ahora 28 años todo empezó con una docena de feligreses pero con el paso del tiempo “viene gente de fuera también, porque esto ha ido cogido fama. No sé yo si será por los melindres y las tartas, pero el caso es que vienen”. Y es que, además de la liturgia, el evento organizado en la casa de Luis Varela también cuenta con una degustación de unos 6.000 melindres y una docena de tartas para todos los que se acerquen al lugar.

Como todos los años por estas fechas Luis Varela recuerda el germen del evento religioso que tiene al bajo de su casa como epicentro para los fieles de San Roque. Varela explica que A finales del año 1800 se produjo una peste que afectó al mundo conocido y que también tuvo consecuencias nefastas para los animales en la comarca de Deza. Entonces, los habitantes de O Foxo le pidieron permiso al cura para llevar al santo en procesión hasta el alto de un camino, y los animales pasaron por debajo. No enfermó ninguno. Incluso se llevaron a algunos a otros lugares de la comarca para trabajar las tierras. Y, desde entonces, la fe en San Roque prendió en el municipio trasdezano.

Cabe destacar que el lugar donde mañana tendrá lugar la misa sólo ese día se convierte en templo para acoger a los devotos que quieran participar en ella. Como también deja claro Varela, “el resto del año es una casa privada”, aunque subraya que mañana su vivienda será de todos los vecinos y los que quieran formar parte de la eucaristía en honor a San Roque. Es más, como siempre, aunque él ponga la casa, todos los que acuden suelen ayudar para que nada falte en una jornada tan especial.

Para saber cómo llegó la talla de San Roque a O Foxo nadie mejor que Luis Varela. La historia de la aparición de la imagen del santo en su domicilio es la de la salvación, según su propio testimonio. Varela explica que “ya había antes una imagen antigua en casa y mi madre compró una nueva. Estaba en la iglesia de la parroquia, pero estaba medio abandonada. De hecho, recuerdo que se había ordenado una vez hacer leña con varios de los retablos, pero el de San Roque se salvó”. Al parecer, el vecino al que se le encargó la restauración de la talla apenas le hizo caso y, por eso, el propio Varela siempre dice que “yo le salvé la vida a San Roque”. Después de eso, el vecino de O Foxo solicitó permiso al sacerdote de la parroquia para poder traerla a su casa. Una vez allí, la restauró porque estaba muy dañada por la humedad y la recuperó para el culto. Mañana, después de haber superado la pandemia, los feligreses volverán a venerar a su santo en O Foxo.

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