La banda coruñesa Tiruleque, compuesta por Antón Bueno, Álex Fente, Miguel Horjales, Serxo Núñez , Fernando Román, José A. Vázquez y Pablo Pintor, cumple dos décadas encima de los escenarios. El conjunto inició su andadura musical en el 2002 y, desde entonces ha formado parte de los carteles de los principales festivales de música folk de Galicia e incluso han participado en el Festival Intercéltico de Lorient, el día 15 actuarán en el Campo de Noceda en las fiestas de Santa María y San Roque.
–¿Cuál es su secreto para manteneros como grupo durante 20 años en los escenarios?
–Nosotros seguimos disfrutando de quedar y tocar, evidentemente la vida y las circunstancias te cambian y puede haber algún componente que se vaya o que se vuelva a reincorporar. El secreto básicamente es disfrutar de lo que haces, nosotros estamos haciendo un trabajo por el que si no tuviéramos amor, no lo realizaríamos.Uno cuando monta un grupo piensa en hacer algo interesante, en pasarlo bien y que quede algo bueno. Se siente satisfacción al ver que la cosa funcionó y que lo sigue haciendo y que llevamos ya 20 años haciendo música que es lo que nos gusta. .
–Todos los miembros del grupo procedían de la música tradicional, ¿les costó definir el estilo musical que querían crear en conjunto?
–Teníamos claro que partíamos de la música tradicional y que como la tradición de por sí, es vanguardista, ya que cada generación utilizó los recursos que tenía a su alcance para encontrar cosas nuevas en la tradición. Nosotros íbamos a hacer exactamente lo mismo, coger las melodías que nos legaron y hacer con ellas lo que queramos. Después sí que hubo una evolución a nivel de formación, de sonoridades, porque empezó siendo un quinteto tradicional, y a partir de ahí empezamos a aprender con otros instrumentos como el saxofón, contrabajo o acordeón.
–¿Esperaban algún día llegar a actuar en los principales festivales de folk?
–El objetivo era hacer música que nos gustara y con un estándar de calidad que sea lo mejor posible, bajo nuestro filtro y que lo que viniera después era a mayores. Queríamos tener un sonido propio, que creo que lo conseguimos. Entonces a partir de que tienes un producto bueno y con calidad y que sea original, las cosas vienen. Estamos contentos porque conseguimos estar en los grandes escenarios pero tampoco desdeñamos ningún otro ambiente. De hecho, una cosa personal mía es que es mucho más fácil tocar para mucha gente que para poca. Tenemos predilección porque la gente disfrute con nosotros.
