Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las rebajas dejan un verano “malo en ventas” y con adquisiciones inferiores a las de otros años

Lalín intenta incentivar las compras con actividades de ocio, pero éstas benefician sobre todo a la hostelería | Las ventas se ven reforzadas por los turistas en A Estrada, mientras Silleda acusa una afluencia reducida

Compras de ropa rebajada en un comercio de Lalín. // BERNABÉ/ANA AGRA

Las habituales rebajas de verano en las tiendas de las comarcas se encuentran en un punto trascendental. Pasando el ecuador del verano, comerciantes y asociaciones valoran con cierto pesimismo la situación que están atravesando. Los dos años de los que venimos, que fueron extremadamente malos para el comercio local, acrecentaron una tendencia negativa en los últimos años. Las grandes superficies comerciales y la presión de internet obligan a las tiendas físicas de los distintos municipios a maniobrar en corto buscando alternativas que atraigan a la clientela. Desde siempre, la gran época de rebajas fue un atractivo lo suficientemente jugoso como para “hacerse el agosto”, pero cada vez se complica más la situación.

Si bien es cierto que estamos viviendo un verano caluroso y en el que la climatología acompañó como nunca a que la gente se anime a pasear y salir a la calle, esto no se vio directamente repercutido en compras. Como señala Meritxell Silva, vocal de Comercio de la Asociación de Empresarios de Deza, la campaña de rebajas no está teniendo un gran resultado y las compras van “muy lentas”. Tanto desde el Concello de Lalín como desde la asociación se realizan continuas jornadas de dinamización, buscando incentivar a la gente y crear atractivos en el pueblo, pero muchas veces “el propio ocio impide que se realicen las compras, si hay actividades en la calle la gente no se anima a meterse en los comercios”. Las medidas tomadas hasta ahora benefician en una mayor parte a la hostelería y no al comercio, además de que Silva reconoce que hay cierto miedo en la gente a lo que pueda venir a partir del próximo otoño.

Silvia López, presidenta de la Asociación de Empresarios e Comerciantes de Silleda (ECOS), destaca la poca afluencia general que se registra este verano en los comercios del municipio dezano. Pese a que en Silleda no se realizaron acuerdos de rebajas conjuntas, sí se celebró alguna campaña en busca de atraer gente, que también contó con una afluencia reducida. Destaca además que son las tiendas de ropa las principales afectadas por el éxito o no de la época de rebajas.

El presidente de la Asociación de Comerciantes da Estrada (ACOE), Alfredo González, tacha los resultados de este mes y medio de rebajas como “malos, muy malos”. Pese al buen verano y la alegría que se ve en las calles estradenses, altamente concurridas y con buen aspecto tras dos veranos marcados por la situación sanitaria. Alfredo González se remite a una historia repetitiva, “desde que desde el Gobierno permitieron ampliar las posibilidades de rebajas, en internet se hacen en cualquier momento”. Cuando las fechas eran concretas y reducidas, el comercio local se veía altamente recompensado, focalizando la atención de los clientes y ganando la partida a las competencias de fuera. Hoy en día se siguen haciendo las rebajas en busca de lograr un pequeño incentivo a evitar las grandes ciudades o la compra online. Eso sí, algo que funciona en A Estrada es la recién estrenada peatonalización. La posibilidad de pasear por la calle principal atrajo un aumento considerable del tránsito por la zona con mayor concentración de tiendas y comercios. De hecho, comienza a haber diferencias entre establecimientos que se encuentran en plena zona peatonal de los de las calles perpendiculares, por las que aún pasan vehículos. Esto es algo que están persiguiendo en los últimos meses desde la Asociación de Empresarios de Deza para que se incorpore a Lalín también, posibilitando una importante mejoría en la vida comercial del centro del municipio.

El turismo, ayuda capital

Los dos veranos de restricciones supusieron, además de una disminución en la actividad comercial, también una bajada drástica del turismo. Tanto familiares de vecinos como visitantes casuales son de gran importancia y ayuda para complementar las ventas. Con la vuelta de los turistas, en un verano especialmente bueno para los municipios de las comarcas, tanto comerciantes como asociaciones detectan su presencia y la consideran capital. En A Estrada la participación de los foráneos en la actividad comercial se lleva notando desde finales de junio, recuperando con creces los niveles previos a la pandemia.

El mayor problema reside en el cambio de actitud de esta gente, que ya no compra como antes. Meritxell Silva dice que antes había compradores que llegaban a Lalín y se llevaban muchos productos, tanto de rebajas como de temporada, mientras que ahora se centran en pequeñas adquisiciones.

Compartir el artículo

stats