Intensa. Es la única palabra que puede definir la madrugada que pasaron del miércoles al jueves los servicios de extinción y emergencias, los vecinos de la parroquia de Lebozán y los miembros del gobierno local que pasaron la noche al pie del cañón para reaccionar ante un incendio que se originó anteayer a mediodía en el concello ourensano de O Irixo y que también afectó a plantaciones de pinares de Sanguiñedo, en Dozón.

El avance de las llamas obligó a desalojar también a los vecinos de A Ermida. Ya sobre las once de la noche se había montado un operativo para trasladar a los de Bustelo, mientras que los de Samprizón ya habían abandonado sus viviendas motu proprio, por precaución. E hicieron lo correcto, porque las llamas llegaron a quedarse a escasos metros de las viviendas, pero sin llegar a afectar a ninguna construcción. Crespo, que pasó buena parte de la madrugada pendiente del siniestro, volvió ayer a la aldea de Bustelo, acompañado por los concejales de Obras e Servizos, José Cuñarro, y de Parques e Xardíns, Nardo Seijas. Comprobaron el avance de las tareas de extinción.

José Crespo volvió ayer por la mañana a Bustelo para ver el avance de los trabajos de extinción.

Al cierre de esta edición, los datos de Medio Rural indicaban que el fuego consumió, en los tres concellos, 680 hectáreas y continúa en activo. Fuentes municipales señalan que en la zona lalinense está estabilizado, tras luchar durante todo el día contra pequeños focos. En las labores de extinción se contabilizan dos técnicos, 20 agentes, 59 brigadas, 43 motobombas, cuatro palas, 10 aviones, 13 helicópteros y una unidad técnica de apoyo. A estas labores se sumaron también efectivos de GES de Lalín y los bomberos con sede en Silleda, que se turnaron para prestar ayuda durante toda la madrugada, acudiendo incluso compañeros que se encontraban de días libres. Desde la Alcaldía, Crespo quiere agradecer las labores acometidas por todos estos servicios, así como la colaboración de los vecinos, que ayudaron a controlar las llamas con distinta maquinaria agrícola “y se mostró pro activa en todo momento”.

Una plantación de pinares quemada, justo en la entrada al Concello de Lalín desde O Irixo. BERNABE

Origen

Ahora, tras el susto, los vecinos pueden regresar a sus hogares y de ellos depende hacerlo ya o esperar, por precaución, a que las llamas estén del todo bajo control. La proximidad del fuego a los núcleos de viviendas obligó a decretar en el distrito forestal XI, al que pertenece O Irixo la situación 2. Ayer quedó desactivada. El fuego que calcinó tierras dezanas se originó en la aldea de San Cosme de Cusanca y, aunque en principio se había creído que su origen podría estar en el paso de un tren, ayer se descartaba esta posibilidad. Se investigará si esta circunstancia tuvo o no que ver con los fuegos detectados también el miércoles en Boborás y O Carballiño.