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El turismo rural roza el lleno en agosto

Aunque la mayoría son huéspedes nacionales, también hay clientes británicos y japoneses | La estancia mínima es de una semana y en ocasiones se extiende a los 15 días

Una pareja de húespedes pasea entre el hórreo SPA y la burbuja del Remanso de Trasfontao. | // BERNABÉ

La ocupación hotelera en julio en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes fue del 60%, según los datos que publicó días atrás la Diputación. Son cinco puntos más que el año pasado y la antesala de un agosto que se presenta excelente, sobre todo para las casas de turismo rural. Estos alojamientos rozan el lleno, sobre todo en la primera quincena de mes, puesto que muchas familias han adelantado sus vacaciones para regresar a casa en la segunda quincena y preparar con calma el inicio del curso escolar, como indica María Espinosa, de Casa San Ginés.

Muy informados sobre la zona

Este alojamiento de Ferreirós, en Vila de Cruces, tiene colgado el cartel de lleno hasta el día 20, “con clientes sobre todo del centro y del sur de España”, que deciden establecer su base de operaciones en el centro geográfico gallego para desplazarse desde Cruces a Santiago, Ourense o las playas. “Nuestros clientes vienen muy bien informados sobre qué pueden hacer en la comarca y en el resto de la comunidad, hasta el punto de que alguno se agobia por todo la planificación que tiene”, explica Virginia Colmeiro, de Remanso de Trasfontao, en Silleda.

Este complejo turístico cuenta con dos viviendas (con seis habitaciones en total) y una burbuja, cuyo éxito es tal que en este mes ya solo está libre dos días. El glamping suele estar completo en invierno. Remanso de Trasfontao cuenta con otros encantos, como el hórreo SPA o un servicio de préstamo de bicis. Como ocurre en Casa san Ginés, su clientela procede sobre todo de Madrid “y de la zona del Mediterráneo”, aunque también hay reservas de turistas alemanes y británicos. En el caso del huésped nacional, “a veces son familias que ya han estado aquí otras ocasiones, que tienen parientes cerca en la comarca” y que por eso se decantan por una casa de turismo rural.

La estancia en estas casas de turismo rural suele ser de entre cinco días y una semana, “aunque tenemos clientes que se quedan diez días, algo que nos solía ocurrir antes de la pandemia”, indican desde la Casa Grande de Fuentemayor, también en Silleda, pero en la parroquia de Cortegada. Este pazo con dos hectáreas de jardín tiene ya alguna reserva para el año que viene, de clientes extranjeros, y en sus nueve habitaciones dobles pernoctan sobre todo familias con niños, procedentes de Barcelona, Sevilla o Trujillo. Aunque estos tres alojamientos nos indican que las reservas para verano suelen hacerse con antelación, “hay casos en los que tenemos reservas de última hora, de personas que han decidido tomarse unas vacaciones” en vista de que la ola de calor, les dificulta o impide realizar sus trabajos.

Tranquilidad

Está claro que el turismo rural en la comarca dezana vuelve a recuperar pulso y se consolida como un reclamo para quienes buscan tranquilidad y se alejan de las masificaciones, al tiempo que están en una ubicación que les permite desplazarse en poco tiempo a cualquier punto de la comunidad gallega. De hecho, algún cliente de Fuentemayor disfrutaba ayer de una escapada a la Praia das Catedrais. Desde este alojamiento nos indican que “julio fue fenomenal en reservas y agosto va por la misma senda”. En Pena de Roca (Sulago, Merza) su aforo de cuatro dormitorios quedó completo tanto en julio como ahora en agosto, y también colgará el cartel de lleno parte del mes de septiembre. Como en los otros tres alojamientos consultados, la estancia de los huéspedes suele ser de una semana o incluso de 15 días. Entre sus clientes figuran turistas llegados de Madrid y Sevilla, pero también de Inglaterra, de Francia y hasta de Japón.

"Los alojamientos mantienen los precios del año pasado"

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Por el momento, las tarifas de las casas de turismo rural mantienen los precios que figuraban en los distintos sitios web en los últimos meses, pese a la subida de la energía. Explican que no van a subir las tasas de inmediato y que mantienen esos precios del año pasado, ya que en muchos casos las reservas se hicieron con una considerable antelación.

Interés de grupos de jóvenes para fiestas

Decíamos que las casas de turismo rural son el plan ideal para quien busca pasar sus días de descanso en contacto con la naturaleza y alejado del bullicio y de las aglomeraciones. En los últimos meses, estos alojamientos también estás triunfando en los planes de vacaciones si sus piscinas permiten gozar de un paisaje que invita a quedarse boquiabierto ante la magia del silencio. Precisamente, el hecho de poder disponer de una piscina privada es lo que ha despertado el interés de varios grupos de jóvenes para alquilar el estudio de la Casa San Ginés. Dispone de 3 habitaciones dobles, con capacidad para seis personas. María Espinosa explica que las reservas de este estudio han bajado, porque no está dispuesta a que grupos de jóvenes empleen las instalaciones para hacer fiestas y botellones, ya que interfiriría con el descanso que busca el resto de clientes.

En idéntica línea se manifiestan desde la Casa Grande de Fuentemayor, ya que es evidente que la filosofía de las casas de turismo rural no casa, en absoluto, con las ganas de diversión que puedan buscar estos jóvenes. Temen, al margen de los problemas de ruido, los desperfectos que puedan causar este tipo de celebraciones. Como último apunte, el bono turístico de la Xunta Quedamos en Galicia no puede utilizarse en la temporada alta, es decir, entre el 1 de julio y el 15 de septiembre. En los bonos, la Xunta asume el 40% y el cliente, el 60%. Los hay de tres cuantías: 250 euros, 375 y 500.

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