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La falta de líneas directas desde 2017 dificulta a las comarcas viajar en autobús a la playa

El servicio se ofertaba mediante concesiones anuales de la Xunta | La única opción actualmente es hacer transbordos en las grandes ciudades

Viajeros suben a un autobús en la Estación de Lalín. | // BERNABÉ/ JAVIER LALÍN

El verano y las inusuales temperaturas de las olas de calor de este 2022 han avivado en los habitantes de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes las ganas de ponerse a remojo. Para ello existen numerosas áreas de baño habilitadas en cada concello– desde playas fluviales a piscinas municipales. No obstante, otra de las favoritas para esta época es la playa, de acceso más complicado para estos municipios de interior. Normalmente, los amantes de la costa se desplazan entre 45 minutos y dos horas para poder disfrutar del mar, y lo hacen en vehículos particulares ante la falta de comunicaciones directas con transporte público. Un dato que llama la atención al tener en cuenta el contexto actual, en el que el precio del combustible no para de subir y las consecuencias del calentamiento global empiezan a hacerse significativamente más notables.

Cabría esperar que las diferentes Administraciones, tanto locales como provinciales y autonómicas, intentasen promover el uso del transporte público a estas áreas, habilitando líneas con horarios frecuentes. No obstante, la realidad es que el servicio, que sí se ofrecía en varios concellos en el pasado, ha ido menguando en afluencia de pasajeros hasta dejar de ser rentable para las empresas de transporte encargadas de gestionarlo.

En el caso de A Estrada, por ejemplo, eran dos casas de autobuses las que operaban: Abalo y García. Desde García cuentan que contaban con dos itinerarios, uno a Boiro y otro a Vilagarcía de Arousa. Los horarios eran de ida a las 09.30 horas y vuelta a las 20.30. En el pasado, sus autobuses se llenaban con familias y vecinos de todas las edades que iban a pasar la jornada a la playa, especialmente los fines de semana. Sin embargo, durante los últimos años “apenas llegábamos a la decena de pasajeros”, cuentan. Por ese motivo, la empresa optó por no renovar la concesión de la Xunta para cubrir estas rutas, la cual debía pedirse cada año, y estaba vigente durante los meses de julio, agosto y septiembre. El último año en ofrecer este servicio fue en 2017, al igual que la empresa Abalo, que también renunció al permiso varios años antes de la pandemia.

En el caso de Forcarei y Cerdedo-Cotobade la situación es la misma, como ocurre en los concellos de Deza. Donde la única solución es desplazarse a Santiago o Pontevedra y desde allí, coger alguna conexión con municipios costeros.

En Lalín, por ejemplo, cabe la posibilidad de desplazarse de manera directa hasta Vigo, algo que no sucede en A Estrada, que sólo dispone de itinerario hasta Pontevedra, requiriendo un transbordo allí para llegar a la ciudad olívica. En cualquiera de los casos, el recorrido contaría con una duración de en torno a las dos horas, lo que hace esta alternativa poco práctica.

Los destinos predilectos de los habitantes de Deza y Tabeirós son mayoritariamente los concellos de las Rías Baixas, especialmente la zona de la Ría de Arousa y de Sanxenxo- Poio. Con ninguna de estas áreas se ofrece a día de hoy un itinerario de transporte público, lo que necesariamente obliga a los que desean viajar a ellas, hacerlo mediante el uso de un vehículo particular. El problema de esto es que no todo el mundo dispone de esta facilidad, lo que deja a aquellos que no cuentan con un automóvil propio sin la posibilidad de ir a la playa.

Por otra parte, las diversas flotas que realizaban los desplazamientos en el pasado aseguran que no hay intención de recuperar las rutas en un futuro cercano, dado que la falta de demanda y el aumento en el coste del petróleo hacen muy difícil que estas sean rentables.

Excursiones e iniciativas particulares

Los que disponen de un vehículo propio y de los posibles económicos para sufragar los gastos del combustible para desplazarse a la playa, sin duda ven esta opción como más cómoda y práctica, lo que hace que la demanda de rutas en autobús baje drásticamente. Aún así, personas mayores, jóvenes que todavía no están en edad de sacar el permiso de conducir, o familias con bajos recursos se ven perjudicados por esta falta de comunicación con la zona costera. Por ello, vecinos altruistas como José García, bautizado por este medio como el “Samaritano de Laro” ha decidido habilitar una excursión el próximo 13 de agosto a Portonovo, con puntos de salida desde Lalín, Prado, Vilatuxe, Laro y Silleda. El precio de esta actividad es de ocho euros por persona, incluyendo ida y vuelta, y el horario es de todo el día. García explica que “me preocupaba que los que no disponen de recursos no pudieran disfrutar de la playa, como el resto, por eso busqué la forma de hacerlo con un bajo coste”. De las 55 plazas ofertadas, ya se han cubierto más de la mitad, y García espera que se llenen a medida que se acerca la fecha. Esta es la primera iniciativa de este tipo que toma, pero de tener éxito espera “poder hacer alguna más”. No sólo este samaritano, como bien reza su mote, ofrece la posibilidad de viajar puntualmente a estas áreas costeras. Algunas veces, las Administraciones locales también organizan actividades similares. Con todo, los habitantes de las comarcas no lo tienen fácil para darse un “chapuzón” en el mar.

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