El coordinador del grupo municipal de Compromiso por Lalín, Rafael Cuíña, dijo ayer que “no permitiré que Crespo ponga en entredicho a mis compañeros” en la polémica por el retraso de la ambulancia. “Compromiso dijo que el Sergas reconoció que es un retraso de 50 minutos, no que eso provocase la muerte de una persona, porque entre otras cosas mi compañero no es médico”. Cuíña cree “absolutamente significativo” que Crespo parezca más preocupado en que queden bien la Xunta y el Sergas, que en las necesidades de Lalín. “Lo que sí es cierto es que tuvimos varios casos en pocos días con problemas con las ambulancias, uno por atropello y otro por infarto, y tuvo que venir el helicóptero. Demagogia es prometer ambulancias medicalizadas en elecciones, y después callar cuando el director xeral del Sergas dice en sede parlamentaria que no la ve como una necesidad para Lalín”. Cuíña no se va a meter en el tema del contrato de Nicolás Varela, al que aprecia, pero indica al regidor “que no puedo pasar de los argumentos que usó para defenderlo por no estar en política porque por un tema de una comisión de un seguro de alguien que no era concejal, un año y medio antes de entrar en el Concello, “tuve que declarar con él en la Policía Judicial, de una forma curiosa”. Y sobre el Xesús Golmar, Cuíña deja claro que ahora para Crespo el enésimo retraso de esta obra es irrelevante, y que sancionará a la empresa. “Debe ser que cuando pasó en Calvo Garra fue por incompetencia, y ahora es culpa de los demás”, apostilla el coordinador de CxL.