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Un billete, solo de ida, desde Los Ángeles hasta A Estrada

Silvia y Devon llevan cuatro meses en la localidad, en donde tienen previsto abrir un estudio de tatuajes y de estética

Silvia y Devon, ayer, en una calle de A Estrada. | // BERNABÉ / JAVIER LALÍN

El pueblo gallego tiene, desde siempre, una estrecha relación con el continente americano. No hace falta que nos remontemos a tiempos en los que los buques españoles llegaban cargados de oro a puertos como el de Vigo o el de Baiona, si no que esta relación entre la parte más occidental de Europa y el Nuevo Mundo sigue muy vigente en nuestros días. Actualmente, resulta muy habitual que personas provenientes de Sudamérica se instalen en territorio gallego, bien sea por proximidad cultural o incluso geográfica, ya que este es uno de los puntos de Europa más cercanos a América. Lo que no es tan normal, es que una pareja estadounidense de Los Ángeles, decida marchar de la gran metrópoli yanqui para establecerse de forma indefinida en A Estrada.

Silvia Gladys Staab Rossi y Devon Jason Wayne Wroten son dos angelinos que optaron por abandonar el “estresante ritmo de vida” estadounidense y crear un proyecto de vida en un lugar mucho más tranquilo, en el que se tenga “tiempo para vivir”. La decisión de venir para A Estrada se debe a motivos familiares, dado que la abuela de Silvia es vecina de esta localidad. Su madre, que nació en Santiago, la traía todos los veranos a la casa familiar y Silvia se quedó prendada del modo de vivir gallego. Después de unos años viviendo juntos en Los Ángeles, y hastiados debido a un nivel extremo de “cansancio físico y mental”, derivado de un estilo de vida “vertiginoso y muy materialista”, decidieron buscar un lugar más tranquilo en el que vivir.

Desde que se establecieron en A Estrada, hace ahora cuatro meses, Silvia y Devon reconocen que han pasado por “experiencias muy diferentes” a las que no estaban acostumbrados en Los Ángeles. Dicen, que una de las cosas que más les impactó fue “lo mucho que hay que lidiar con la burocracia”, porque hay “un montón de formalidades y leyes”, que no existen los Estados Unidos. Pero en general, aseguran estar contentos con su nueva vida, porque se notan “más centrados en sí mismos, en las personas y en las relaciones interpersonales”, mientras que en Los Ángeles, la vida estaba enfocada “hacia el exterior, lo superficial y las cosas materiales”. Además, Silvia y Devon dicen estar enamorados de “la naturaleza gallega” y de sus “paisajes, bosques, ríos y playas”, así como de la gente “que es muy amigable y le gusta disfrutar de la vida”. Otro aspecto cultural galaico que admiran son “las fiestas y las verbenas” y la manera que tienen las personas de “celebrar la vida” a través de ese tipo de festejos. También adoran la “fantástica” gastronomía gallega, aunque en este caso, sí reconocen que echan “un poco de menos” la comida internacional que en Los Ángeles “hay disponible casi las 24 horas” del día.

Otra cuestión que añoran de la ciudad angelina, y que en A Estrada “puede resultar algo más desafiante”, es el hecho de que “allí nadie juzga la manera en la que te vistes, hablas, vives y te expresas”, algo habitual en sociedades muy diversas como la de allí, pero no tanto en poblaciones más pequeñas, como la estradense. De todos modos, la pareja está muy contenta aquí y consideran A Estrada un buen lugar para “quedarse a vivir indefinidamente”, porque les permite escapar de esa vida “alterada con intermediaciones y procesos artificiales” que tenían en la Ciudad de Los Ángeles.

Un proyecto llamado Xpresion

En los Estados Unidos, Silvia era nail artist o artista de uñas, además de realizar trabajos de modelo y de diseño de moda. Por su parte, Devon era tatuador, pero también tenía cierta actividad como diseñador gráfico y desarrollador de videojuegos. En su nueva vida como estradenses, la intención de la pareja es crear un proyecto empresarial en el que pongan en práctica sus dotes artísticas. Él realizará tatuajes y ella aprovechará su experiencia como nail artist. La iniciativa Xpresion, que así pretenden llamar a su nuevo negocio, será un espacio “en el que la gente se sienta libre de expresar su individualidad”. Devon y Silvia ya están trabajando sin pausa para poder poner en marcha, cuanto antes, su nuevo proyecto.

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