Un vecino de la parroquia de Castro de Cabras (Lalín) apareció muerto en su vivienda del lugar de Eirexe. Numerosos vecinos acudieron a las inmediaciones de su casa, en la que residía solo, una vez que no respondía a la llamada de un servicio público desde hacía tiempo.

En un principio se especuló con la posibilidad de que este septuagenario llevase “dos meses” muerto, circunstancia zanjada por la responsable municipal de Servizos Sociais, Paz Pérez. Tras conocer este episodio, contactó con un vecino de la parroquia quien le confirmó que había visto a la víctima el sábado recogiendo el pan y otros aseguraban que el jueves.

El varón habría rechazado servicios de asistencia social municipal y presentaría alguna patología, pero a pesar de que vivía solo sí tiene parientes. Un médico se encargó de certificar su fallecimiento por causas naturales.