Los trabajadores de la empresa La Veneciana se concentraron ayer ante sus instalaciones de O Espiño, en Lalín, para reivindicar una mejoras en sus condiciones laborales, sobre todo en las retribuciones salariales.

En la protesta impulsada por la Confederación Intersindical Galega (CIG) se puso de manifiesto el malestar del plantel ante un convenio, todavía en fase de negociación, que no satisface a los trabajadores y que en caso de que pueda llegarse a un acuerdo sobre los sueldos, la central ya avanza que pondrá encima de la mesa otras reivindicaciones. El responsable provincial del sindicato convocante, Marcos Conde, considera a todas luces intolerable que una persona que comienza a trabajar en la factoría perciba una nómina de 950 euros y en la concentración trascendió que al menos mensualmente los empleados de una actividad industrial como esta deberían llevarse a casa al menos 1.350 euros. El alza salarial fue abordada ya hace un par de meses y entonces los demás sindicatos, según Conde, plantearon otras propuestas a la hora de introducir en esta subida el IPC. Se habló, señala, de un 3,5% ligado a la subida de precios del pasado año, pero con el condicionante de que a mediados del presente curso el IPC ya está en el 10 por ciento.

Por eso en la protesta de ayer se insistió en que la compañía –de la multinacional Saint-Gobain– no tiene otra salida que asumir subidas de salarios “significativas” y que a la vez tampoco son excesivas para un tipo de empleo como este. Conde aseguró que hay convenios laborales de sectores semejantes con retribuciones mucho más elevadas de las que se están demandando en Lalín. Así, puso como ejemplo que este grupo tiene otras plantas en Madrid, Euskadi, Andalucía, Asturias o Extremadura en las que sospecha puede haber mejores condiciones, pero al comité de empresa y a la CIG le está resultando imposible acceder a esa información. “Con 950 euros al mes se malvive”, recrimina el sindicalista, al tiempo que asegura que La Veneciana es una firma “rentable y con carga de trabajo” para su centenar de trabajadores.

Por otro lado, denuncia que la compañía plantea comunicar a sus empleados sus vacaciones cono solo dos días de antelación cuando l Estatuto de los Trabajadores fija un plazo de dos meses antes y con acuerdo del asalariado. Hoy se espera que pueda haber novedades.