Ayer se celebrara en A Estrada la primera feria de los miércoles en su ubicación original, la Praza da Feira, después de las actuaciones de reforma acometidas en ella. El tiempo acompañó, con sol y temperaturas agradables. Los feriantes levantaron sus puestos en las calles que le fueron asignadas y comenzó la actividad en el mercadillo. El pronóstico era bueno, en cambio pronto comenzó a crecer la indignación entre los vendedores. El principal motivo– la arena compactada.

En general, todos los puestos coincidían en que el ambiente era mejor en la nueva ubicación. No sólo por su situación céntrica, sino por otros factores, como el buen tiempo, o que en los meses de julio y agosto suele haber más afluencia de personas gracias a las vacaciones. Pero hasta aquí la parte positiva de esta mudanza. El personal al frente de un puesto de mercería local señalaba el suelo mientras exclamaba “¡Cuándo llegue el invierno esto va a levantarse todo!”, añadiendo que “ya hay baches ahora, imagínate cuando llueva”.

En Calzados Raquel, llegados de O Grove, los regentes apuntaron que “estamos contentos con el tiempo y la localización, pero lo de la tierra es lo peor. Tiene un olor desagradable y cuando llueva no va a aguantar”. A estas declaraciones se sumó posteriormente un amplio número de compañeros del gremio, que comentaban en corrillo los “contras” de este nuevo firme.

Las afirmaciones variaban de intensidad, pero las principales quejas eran las mismas, algunos denunciaban que “ya no es que se vaya a convertir en un lodazal con la lluvia, es que además se levanta arena y polvo que se mete en los ojos y ensucia la ropa”, o “esto es inhumano, llevo toda la mañana tragando este polvo de tierra que para los asmáticos es matador. No sé cuanta agua he tenido que beber”.

Algunos pasaban a atacar directamente al arquitecto del proyecto, afirmando que “este tipo de firme lo están quitando de otras villas por los problemas que ocasiona, y estos deciden ponerlo aquí ahora”, o “esto es una dictadura, no quieren escucharnos y nosotros somos los que tenemos que sufrir después las consecuencias”.

Desde un puesto de ropa llegado de Santiago, su regente, Abraham Jiménez confesaba que “el ambiente es mucho mejor aquí, pero este suelo es lo peor. El polvo que levan ensucia las prendas”, algo con lo que concordaba su vecina de calle, de Pontevedra, que sostenía que “tengo camisas de algodón que no puede exponer porque se arruinarían, y luego el Concello no se haría cargo si se estropea mi mercancía”.

La tónica predominante era la misma, daba igual a quién se le preguntase. Muchos no entendían porqué sacar la piedra o el cemento para cambiarlo por tierra, y sentenciaban que “lo que teníamos que hacer es no pagar. Pagamos unos 200 euros por poder montar aquí nuestros puestos. Nos tuvieron siete meses en la calle Ponteareas sin vender nada, prometiéndonos que cuando volviésemos aquí todo iba a ser mucho mejor. Y ahora esto...”. En este aspecto, los feriantes temen que efectivamente acaben moviéndolos de nuevo a los márgenes del casco urbano para acometer nuevas obras que vengan a solucionar las problemáticas causadas por el firme actual.

Por otra parte, los bares de la periferia de la Praza da Feira vuelven a recuperar los miércoles por la mañana como “día grande”. La afluencia de gente creada por estos mercadillos repercute positivamente en estos establecimientos hosteleros, que se nutren de las visitas a los puestos.

Más cambios para el casco urbano

Las obras de la Praza da Feira o la peatonalización de la Porta do Sol o la Calvo Sotelo no son los únicos cambios que el Concello tiene previstos para el casco urbano. De hecho, esta tarde se celebra la Mesa de Mobilidade, en la que el gobierno local se reunirá con la oposición y representantes de ACOE, ACE y la Asociación de Hostaleiros da Estrada, para debatir estas nuevas actuaciones. Los principales puntos a tratar serán: la peatonalización de la avenida de Ponteareas, la creación de una nueva parada de taxis en el cruce entre la Fernando Conde y la Avenida Leicures, el asfaltado de la calle Justo Martínez y la mejora en el tráfico de la Travesía da Feira mediante la supresión de espacio de estacionamiento. Estos cambios entrarían dentro de l Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), que entre otras cosas también tiene como objetivo la creación de caminos escolares seguros, por eso también se discutirá ampliar las aceras en la zona del CEIP Pérez Viondi.

Nuevo mobiliario urbano

Por otra parte, el Concello prevé comenzar la instalación del nuevo mobiliario urbano en las calles peatonalizadas la próxima semana, finalizando el 22 de julio. Este incluye 30 bancos, 25 jardineras y 23 papeleras. Los días previos se realizará un estudio para evitar que estos elementos puedan obstaculizar la accesibilidad a garajes o terrazas de la hostelería.