La Xunta impulsará la renovación de los sistema de calefacción en cuatro inmuebles educativos lalinenses con un proyecto que apuesta por la sustitución de los combustibles fósiles por biomasa forestal. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, presentó ayer los detalles de una actuación presupuestada en 1,3 millones de euros y que se materializará en colaboración con el Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Está previsto que en septiembre de 2023, coincidiendo con el comienzo del curso, el IES Ramón María Aller, el CEIP Xesús Golmar, la escuela infantil Pontiñas y el auditorio municipal abastezcan sus sistemas de calefacción con biomasa.

El político lalinense explicó que esta intervención se probó con éxito en el área de A Xunqueira, donde confluyen instalaciones educativas y edificios públicos, lográndose un ahorro en combustible de en torno al 80%. Añadió que la medida del Gobierno autonómico “cuenta con un triple impacto de beneficio en el conjunto de la ciudadanía al lograrse ahorro económico y energético, un incremento en el confort térmico por parte de los usuarios y una mejora en el mantenimiento de los montes al apostar por una energía renovable de origen autóctono”. A tenor de las indicaciones del proyecto del Inega se prevé que los cuatro inmuebles, que ahora consumen anualmente unos 70.000 litros de gasóleo, logren un ahorro de 27.000 euros al año.

El proyecto fue presentado en la zona de estacionamiento del instituto Aller, cerca de donde se levantará el equipamiento de producción térmica. Técnicos de la Xunta concretaron que la instalación ocupa algo más de 192 metros cuadrados de superficie y permitirá que de las actuales 200 toneladas de CO2 que emiten a la atmósfera las calefacciones de gasóleo se pase a un promedio de 10. La obra física consta de un silo de 5,60 metros de alto y los mecanismos propios del sistema de biomasa y una fachada de 15 metros de frente, que irán integrados en el entorno para minimizar el impacto visual.

Con el proyecto ya en marcha, Rodríguez agradeció al alcalde, José Crespo, la celeridad con la que la administración municipal tramitó los permisos –el proyecto básico ya está en el consistorio para avanzar en la licitación de una obra que se ejecutará en siete meses–. “Obtener una licencia en un concello mediano de Galicia es un suplicio”, exclamó el conselleiro. La calefacción con biomasa funcionará, según los cálculos iniciales y siempre en función de la climatología, entre mediados de octubre y mediados de mayo. Desde el edificio central partirán canalizaciones hasta los demás centros educativos; dos de ellos de titularidad municipal y otros dos autonómica.

Infografía del proyecto. Bernabé/Javier Lalín

Crespo, por su parte, mostró inicialmente reticencias acerca del rendimiento de los sistemas de climatización con la astilla como combustible, al menos los que se pusieron en marcha hace tiempo. Pero con la modernización y los avances propios de cualquier tecnología mostró su deseo de implantarlo en la zona de O Regueiriño para abastecer a edificios como el Lalín Arena, la casa consistorial o los juzgados. Puso en valor el ahorro económico que supone esta alternativa frente a otros combustibles tradicionales, máxime con el alza vertiginosa experimentada en los últimos tiempos por el gasóleo, algo que conllevó que el gasto en este concepto en las instalaciones se duplicase respecto al año pasado. Al mismo tiempo agradeció al conselleiro que apostase por un modelo de colaboración institucional que ya le había planteado cuando trascendieron líneas de ayudas de la Unión Europea para planes de eficiencia energética, sin perder de vista tampoco la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera.

Al acto acudieron representantes de la comunidad educativa de los cuatro centros, además de los concejales del gobierno lalinense Paz Pérez, José Cuñarro y Raquel Lorenzo.