El DOG publicó ayer la declaración de utilidad pública de las primeras cinco aldeas-modelo declaradas tras la entrada en vigor de Lei de Recuperación da Terra Agraria de Galicia. En el listado figura la aldea-modelo de Mouteira-Parada, en Cerdedo Cotobade, Las otras cuatro son Seixo, en A Gudiña; Carzoá, en Cualedro; Covelo, en Taboadela, y Francos de Proendos, en Sober.

Esta declaración de utilidad pública permitirá agilizar la puesta en valor de, en total, más de 130 hectáreas en torno a los núcleos de población que se intentan dinamizar, con casi 1.400 parcelas implicadas, en manos de cerca de 600 propietarios. En el caso de Mouteira-Parada, dispone de 17,99 hectáreas, 427 parcelas y 109 titulares.

Tras estas declaraciones de utilidad pública e interés social, el siguiente paso será aprobar los proyectos de ordenación productiva, donde se delimitarán los usos más idóneos para la explotación de las parcelas así como las obras e infraestructuras necesarias para su puesta en producción. Incorpora, además, las operaciones de limpieza en los predios que asuman el compromiso de adhesión al Banco de Terras de Galicia.

Si es necesario, también se acometerán trabajos de investigación de la titularidad de aquellas fincas de las que se ignore su dueño. Por último, la Axencia Galega Desenvolvemento Rural, Agader (dependiente de la Consellería do Medio Rural) convocará un procedimiento de concurrencia competitiva para seleccionar las propuestas de cara al aprovechamiento de estas parcelas incorporadas a las aldeas modelo.

Recuperación económica

Mediante las aldeas modelo, la consellería que coordina José González pretende recuperar la actividad económica y social de los terrenos que antaño tuvieron usos agrícolas, ganaderos y forestales y que ahora están en situación de abandono o de infrautilización. Al mismo tiempo también se quiere recuperar los núcleos incluidos en ellos. La finalidad última es, con todo ello, fijar población y mejorar la calidad de vida de las personas que residen en estas zonas, al mismo tiempo que se incrementa su seguridad y la de sus bienes al aprovechar tierras como cortafuegos naturales frente a los incendios forestales.