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Malos tiempos para las quemas de rastrojos: casi 2.500 comunicaciones menos que en 2021

Desde enero, los vecinos solicitaron 10.591 permisos | La Unidade de Investigación de Incendios Forestais suma solo 3 diligencias en el distrito | Medio Rural mejorará los accesos a los puestos de vigilancia de San Sebastián

Un incendio forestal en el monte Pedroso, en Rodeiro, en abril del año pasado. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Días atrás, durante el arranque de las obras para mejorar los sistemas de regadío en la comarca ourensana de A Limia, el conselleiro de Medio Rural, José González, mostraba su preocupación por los efectos que tendrá la sequía a la hora de poder hacer frente a los incendios en verano. El invierno y la primavera tan secos que vivimos no solo redujeron el cauce de ríos y la capacidad de los embalses, sino que en numerosas ocasiones, desde enero, hubo que suspender los permisos de quemas de restos de poda y rastrojos por las altas temperaturas. Por eso, desde enero y hasta el pasado 30 de mayo en Deza y Tabeirós-Montes se tramitaron 10.591 comunicaciones de quema, mientras que en el mismo periodo del año pasado fueron 2.561 más, hasta llegar a las 13.152.

Sin embargo, hubo más autorizaciones de quema que el año pasado, 41 frente a 34. En este caso, las autorizaciones son para superficies grandes y tienen que ser supervisadas por un agente. Suelen pedirlas comunidades de montes, sociedades de caza o particulares con fincas de dimensiones considerables.

Ningún gran fuego

Ya que hablamos de montes, el distrito forestal XVI, que engloba a las dos comarcas (Cerdedo sigue en este distrito, y Cotobade en el XIX) ostenta nada menos que la mitad de la superficie de montes privados de toda la provincia, con 80.710 de las 159.126 hectáreas de Pontevedra. Más reducidas son las 15.912 hectáreas en montes vecinales en mano común, y las solo 153 de otros montes públicos. Son datos que ofrece el Pladiga 2022, recién aprobado por el Consello da Xunta y que permite conocer no solo los medios de extinción de fuegos forestales en cada distrito, sino hacer también un pequeño balance de la evolución de incendios forestales. Así, en el distrito durante la última década no se detectaron grandes incendios forestales, que son aquellos que arrasan más de 500 hectáreas. En toda la provincia hubo 11. Eso sí, el Pladiga destaca el incendio del monte Siador en octubre de 2017, y los ocurridos el año pasado en distintos puntos de Rodeiro y Dozón. Así, durante los últimos años algún incendio forestal afectó a zonas de especial conservación (ZEC) de Lalín, Silleda y Cerdedo.

"Los grandes incendios forestales son los que arrasan más de 500 hectáreas"

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El Pladiga 2022 se marca como objetivo reducir la superficie quemada total en Galicia con respecto a la media de los últimos 10 años, cifrada en 16.187 hectáreas. La idea es, también, que la superficie arbolada afectada por fuegos sea inferior a las 6.694 hectáreas, el promedio también de la última década. Por eso, al margen de los trabajos de prevención y de extinción, en agosto del año pasado se puso en marcha la Unidade de Investigación en Incendios Forestais (UIFO), formada por 15 miembros de la escala de agentes medioambientales. Desde agosto, esta unidad realizó 242 diligencias de investigación. Solo 3 de ellas tuvieron lugar en el distrito forestal XVI. Es una de las áreas con menos investigaciones abiertas, junto al distrito III (Santiago-Meseta Interior), también con 3 diligencias, y los de Ferrol y A Mariña Lucense, con ninguna investigación abierta.

"Hubo operativos de vigilancia en Rodeiro y Dozón, por los fuegos del año pasado"

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Sí hubo operativos de vigilancia, sobre todo en los concellos que ya mencionamos por sus fuegos del año pasado, Rodeiro (con de 10 a 14 registros de vigilancia) y Dozón (de 6 a 9 registros). Precisamente, para intentar contener el riesgo de incendios sobre núcleos habitados, la rodeirense de Arnego es una de las parroquias priorizadas por Medio Rural a la hora de gestionar la biomasa en las fajas secundarias, que son franjas de 50 metros perimetrales a suelos urbanos, núcleos rurales, viviendas aisladas, parques e instalaciones industriales. Meses atrás, para colaborar en la gestión de estas franjas, Medio Rural entregó maquinaria y material a la Asociación Feiral Semana Verde. Fue una de las beneficiarias, junto a la Asociación Xuresianos/Geresianos de Lobios, y al colectivo vecinal de Atás, en Cualedro.

Los concellos, zona de alto riesgo

Un año más, los concellos del distrito forestal continúan como Zona de Alto Riesgo (ZAR) de fuegos forestales. En toda Galicia, son 194 municipios en esta situación, frente a otros 119 que no están catalogados como de riesgo. Como trascendió días atrás, la de Santa María de Dozón repite como parroquia de alta actividad incendiaria (PAAI), puesto que tuvo 36 incendios en los últimos cinco años, que afectaron a 89,93 hectáreas. En Pontevedra solo hay otra PAAI: la de San Xurxo de Salceda, en Salceda de Caselas.

A la hora de hablar de medios en la lucha contra incendios, el distrito forestal XVI dispone de cuatro cámaras de vigilancia, la base de helicópteros en Silleda (con un radio de acción de como mucho cuatro minutos); 40 puntos de agua para helicópteros (es el distrito con más dotaciones de los cuatro de la provincia); 134 más para otros vehículos y 3 torres de vigilancia. No está previsto mejorar el acceso al puesto de O Candán en Forcarei, pero sí se actuará en los accesos a sendas torres en el monte de San Sebastián (en Moalde, Silleda), para limpiar y refinar las cunetas y de paso refinar y planear la caja.

A modo de prevención, Cerdedo-Cotobade cuenta con la primera aldea-modelo de la zona, y el plan de pastos de Medio Rural incluye en su segunda fase a 99,30 hectáreas repartidas entre A Estrada, Campo Lameiro y Cerdedo-Cotobade. Este municipio ya tiene otra iniciativa similar en la aldea de Deán, con más de 30 hectáreas.

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