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La vida de la pequeña Ucrania

Una veintena de refugiados ucranianos se integran en la sociedad de A Estrada, con la mayoría de los niños escolarizados en colegios de la zona y varios adultos trabajando

La mayoría de familias de refugiados ucranianos están viviendo en hogares del rural estradense.

Con la entrada de las tropas rusas en territorio ucraniano y el inicio oficial del conflicto bélico entre los dos países, la mayoría de naciones de Europa se pusieron manos a la obra para recibir al mayor número posible de refugiados. De igual manera que sucedió en el resto del Estado, la población de A Estrada mostró su lado más solidario desde que estalló la guerra y se realizaron un buen número de acciones para tratar de ayudar a los damnificados por el conflicto. Además de los numerosos productos donados, varios vecinos del municipio estradense también decidieron abrir sus puertas a los refugiados que escapaban de Ucrania.

Según los datos oficiales que maneja el Concello, actualmente A Estrada sirve de asilo para 22 refugiados ucranianos, aunque esta cifra suele ser muy variable porque asociaciones locales, como Donaciones A Estrada, siguen trabajando para recibir a más personas que quieran huir de la guerra. De hecho, hace escasamente una semana llegó la última familia, que ya se encuentra viviendo en una casa de acogida, y esperan que en las próximas semanas puedan arribar más grupos de refugiados. Desde la propia asociación, señalan que casi todas las familias de ucranianos están viviendo en diferentes aldeas del municipio estradense, ya que la mayoría de solicitudes que reciben para acoger refugiados provienen de vecinos que viven en zonas rurales del ayuntamiento. Esto es bastante lógico, si tenemos en cuenta que suelen disponer de mucho más espacio las viviendas del rural que las del casco urbano y, muchas veces, las familias que llegan a A Estrada en busca de asilo cuentan con más de tres miembros.

De momento, la mayoría de los refugiados siguen viviendo en sus casas de acogida, pero A Estrada ya registró dos casos en los que las personas asiladas pudieron “independizarse” y establecerse en otra vivienda diferente. En ambos casos, la buena relación forjada entre acogedores y acogidos mientras convivieron juntos, provocó que después se mantuvieran en contacto y que los refugiados sigan recibiendo ayuda por parte de sus anfitriones originales. Por otro lado, desde Donaciones A Estrada también indicaron que una de las familias que llegó a la localidad en busca de asilo, decidió regresar a Ucrania hace escasas semanas. De momento, se desconocen los motivos reales y el número de miembros que forman parte de este grupo que tomó la dramática decisión de regresar a su país. La asociación estradense sí destacó la buena relación que esta familia mantiene con sus acogedores, que incluso llegaron a pagar parte del billete de vuelta.

La rápida integración de los nuevos vecinos

El Concello y Donaciones A Estrada coinciden en la buena relación que mantienen las familias de refugiados con los vecinos que las acogen. Ambas instituciones destacan la rápida integración que están viviendo la mayoría de ucranianos llegados a A Estrada. Varias de las personas asiladas ya han encontrado trabajo y otras, lo están buscando mientras ayudan en las tareas del hogar. Por otro lado, todos los menores en edad escolar, excepto los últimos en llegar, ya están escolarizados en centros de enseñanza estradenses. Más de media docena de niños y niñas ucranianos se encuentran repartidos por los colegios de Codeseda, O Foxo o Lourdes. El Concello de A Estrada ofrece subvenciones para cubrir los gastos de comedor en los centros que cuentan con este servicio, si lo gestionan desde la ANPA. Además, el departamento de Servicios Sociales habilitó una línea que ofrece ayudas para proporcionar el material escolar necesario al nuevo alumnado.

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