Con solo diez años la estradense Carme Valentina Iglesias Sánchez vivirá mañana un momento especial. La joven formará junto a otros 29 músicos para interpretar el repertorio de canciones elegido para la primera edición del encuentro de acordeones “Teclas y Botóns”. Será la más joven con diferencia dentro del grupo de acordeonistas creado a partir de seis escuelas de música gallegas. Tendrá que compartir escenario con músico de hasta 70 años pero eso no le asusta, ya está acostumbrada. “Está encantada porque la tratan como una reina”, bromea su madre, Carmen Sánchez, al hablar de la aventura iniciada por su hija dentro de la escuela de acordeón de Tequexetéldere.

La madre de la joven acordeonista recuerda que su relación con la música comenzó hace dos años. “Siempre quise que mis hijas tocasen algún instrumento, así que les dije que eligiesen el que más les llamase la atención”, explica. Su hija Irene apostó con decisión por el tambor. Otra, Alexandra, decidió que lo suyo sería la pandereta. Carme sin embargo sorprendió a toda la familia al decidirse por el acordeón. “No tengo ni idea de dónde lo pudo sacar. Por casa teníamos un acordeón de juguete pero la verdad es que nunca le hiciera caso”. La madre aceptó la decisión de su hija, aunque temía que durase muy poco.

Sin embargo, esa premonición no se cumplió. Dos años y dos cursos después, Carme sigue tocando el acordeón, contenta con su inesperada decisión. “El primer día que llegó ya venía sabiendo algunas notas. Estaba encantada”, recuerda su madre. “El año pasado hubo algunos momentos complicados por culpa de la pandemia y pensé que a lo mejor quería dejarlo al no poder ir a clase pero no fue así. En cuanto pudo, quiso volver. Ahora diría que toca bastante bien”.

Carmen Sánchez señala que uno de sus secretos de su hija está en el buen profesor que se encontró en la academia de Tequexetéldere, Suso Vaamonde. “Con poco tiempo consiguió que mejorase mucho”, afirma. “No es una niña que practique mucho en casa. Incluso tengo que animarla yo a coger el acordeón. Sin embargo es una niña que coge rápido las cosas y el profesor está muy contento con ella”, explica al hablar de las evoluciones de hija del conocido como “instrumento de pueblo”.

Carme Valentina Iglesias viene de familia de músicos. Su padre y su tío formaron parte de un grupo de gaitas, siendo autodidactas en su aprendizaje. “Tocaban todo de oído. Parece que mis hijas también tienen el mismo oído. La única que no lo tiene soy yo”, bromea su madre, que tiene guardada con mimo en casa una gaita, aunque ninguna de sus hijas terminó eligiendo este instrumento. “Lo importante es que lo pasen bien y encuentren el instrumento que más les guste”.

La joven acordeonistas formará parte de un evento que tendrá lugar mañana a partir de las 19.00 horas en la Plaza del Mercado. Allí, los músicos llegados de diferentes puntos de Galicia pondrán en común sus conocimientos en una actuación “conjunta y coordinada que agrupe al colectivo”.