La primera experiencia del festival gastronómico Os Cocidos do Camiño de Lalín atrajo a más de 5.000 visitantes y en las degustaciones de cuatro variedades de cocido elaboradas por otros tantos cocineros se sirvieron más de 600 raciones. La organización calificó como “muy positivo” el resultado de una propuesta que aunó gastronomía y música el sábado y el domingo en la carpa del Campo da Feira Vello.

Para el alcalde, José Crespo, este proyecto evidencia que los trazados jacobeos “son en la actualidad la mayor red cultural a la hora de promover cualquier singularidad que se encuentre en algún punto de su recorrido y este festival encontró en Lalín algo que va mucho más allá de su espacio de celebración”, declaró. El mandatario mostró su satisfacción por el hecho de que este novedosos evento atrajese a la localidad dezana a “muchos gallegos para conocer los cocidos del Camino de Santiago y que los cocineros que vinieron de fuera mostrasen su felicidad por el convite y también por el resultado del festival, tanto en lo referente a la difusión como a la venta y degustación del producto”.

“Una vez rematada la parte del festival nos pondremos a trabajar en el congreso gastronómico, con el que intentaremos contar con alguno de los referentes de la cocina nacional y autonómica”, significó, Y, al tiempo que, dijo, darle un impulso a la Feira do Cocido y a la cocina “como conceptos de cara a los retos que nos formula la cocinad el futuro en lo que se refiere a producto, sostenibilidad y rebaja del impacto medioambiental y también a la difusión de la riqueza de nuestra gastronomía”. Crespo Iglesias también quiso recordar en este balance que dos de las novedades más relevantes de esta edición, coincidente con el final de la pandemia, “y con todos los condicionantes que implicaba, se logró una notable repercusión y un muy destacado éxito”. Se refirió tanto a Os Cocidos do Camiño como a la feria de la miel, Alvariza.

Por otro lado, el director de la empresa I-Radia Crea, Carlos Montilla, celebró “el buen ambiente, el éxito y lo que puede suponer este formato único de festival que se presentó en Galicia, un referente de una nueva forma de entender los festivales gastronómicos, y las exaltaciones gastronómicas. Un festival que aspira a seguir creciendo con más gastronomía y más comunidades invitadas”, declaró el responsable de la compañía organizadora.

Continuidad

Con unas valoraciones tan satisfactorias el festival tiene garantizada su continuidad el próximo año aunque hasta entonces habrá tiempo para valorar si se mantiene este formato, pues no conviene perder de vista el esfuerzo económico que supone para el ayuntamiento su convocatoria. Su coincidencia con el Año Santo y las gestiones realizadas por el mandatario local propiciaron que la Xunta aportarse más de 100.000 euros, cuantía a todas luces insuficiente para la financiación del festival.

En aspecto meramente gastronómico se hizo hincapié en que el Cocido Lebaniego fue llevado a cabo por Montse Prellezo del Restaurante Remoña (Cantabria), quien además agradeció a la Fundación Camino Lebaniego y al Grupo de Acción Local Liébana por su apoyo para hacer posible acudir a Lalín. Julián Hurtado del Restaurante El Chozo Extremeño, presentó su mejor Cocido Extremeño, y a los fogones del Pote Asturiano estuvo Cristina Rey de La Gitana Gastrobar en Gijón, quien también sorprendió a los asistentes con su croquetón de compango. El cocido gallego fue representado, por una chef lalinense, Cecilia Sanmartín de Casa San Martín.

En el análisis de las actuaciones se puso el acento en el “apoteósico concierto” de Tanxugueiras, además de repasar los espectáculos de Maluks, Baiuca, As Pandereteiras A Carballeira de Cercio, Club del Río, Atmósfera 0 y Eladio y los Seres Queridos.