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Un año de tarifa eléctrica por tramos y 102 reclamaciones

Lalín y A Estrada lideran las denuncias ante el Instituto Galego do Consumo | El día 31 remata el plazo para cambiar gratis la potencia contratada

Colas de clientes ante la oficina de una empresa eléctrica en Lalín. | // BERNABÉ/ANA AGRA

Dentro de un par de semanas, el 1 de junio, se cumplirá un año de la entrada en vigor de la tarifa eléctrica regulada por tramos horarios. Desde entonces, los clientes con hasta 15 kW de potencia contratada tuvimos que familiarizarnos con los tres tramos horarios en que se dividía el día y que suponían un coste más o menos caro de la luz. Y no fue fácil, porque entre la escalada continua de la energía y las dificultades de las familias para conciliar su trabajo con la hora en que era más barato poner la lavadora, en muchas viviendas y pequeñas empresas el recibo llegó incluso a duplicarse.

Por eso, desde el pasado 1 de junio y hasta el miércoles, día 11, los vecinos de las comarcas han tramitado ante el Instituto Galego do Consumo (IGC) 102 reclamaciones contra el recibo de la luz. En este mismo periodo elevaron, en conjunto, 282 denuncias en las que también se abordan otras cuestiones como transporte, vivienda o alimentación, por ejemplo. De esas 102 reclamaciones por el precio desmesurado de la luz, buena parte corresponde a las dos cabeceras comarcales: desde Lalín el IGC tuvo constancia de 48 protestas, mientras que A Estrada contabilizó 21. Lógico, si tenemos en cuenta que aglutinan a la mayoría tanto de la población como del tejido empresarial. Es Cerdedo-Cotobade el tercer municipio de la zona en cuanto a quejas por el recibo de la luz, con 10. Tanto Silleda como Vila de Cruces constatan 7 cada una, mientras que en Forcarei hubo 5, y tanto en Agolada como en Rodeiro, 2. En este primer año de tarifa regulada por tramos horarios, los vecinos de Dozón no remitieron reclamaciones.

Casi la mitad de todas las quejas

Si queremos comparar las denuncias ante Consumo por la factura de la luz entre enero y mayo del año pasado y el mismo periodo del presente 2022, queda claro que el cambio de tarifa sí motivó revuelo. El año pasado, en sus primeros cinco meses (cuando aún no funcionaba la discriminación horaria) hubo en total 19 protestas contra las empresas eléctricas. En lo que llevamos de 2022, son ya 42.

Y la variación entre un año y otro es diferente según qué municipio veamos. Así, en Lalín hasta mayo de 2021 el IGC registró 13 reclamaciones, mientras que en este año van 12. Más diferencia hay en A Estrada: 4 el año pasado y ya 16 en el presente, lo que nos da una idea de hasta qué punto se dispararon los recibos de la luz. Vila de Cruces tiene un comportamiento similar a Lalín: registró 2 reclamaciones en los cinco primeros meses de 2021, y ahora mismo tiene 3. Los seis municipios restantes, hasta mayo de 2021, no habían constatado ninguna denuncia contra la factura de la luz, y en el presente año, Rodeiro y Dozón también siguen sin quejas. Por su parte, Silleda y Cerdedo-Cotobade ya suman cuatro cada uno desde enero. Cierran el listado las 2 reclamaciones expedidas desde Agolada y una desde Forcarei.

Decíamos que en este casi un año de nueva tarifa eléctrica, hubo 102 reclamaciones centradas en esta cuestión, sobre un total de 282. Pues bien, si continuamos con ese periodo de enero a mayo, en 2021 esas 19 reclamaciones contra el recibo de la luz se englobaban en un total de 115. Pero en este 2022, la proporción ha cambiado: las 42 denuncias ante Consumo contra la factura eléctrica son ya casi la mitad de las 96 totales.

Si para algo sirvió la nueva tarifa, fue para que las administraciones organizasen charlas abiertas para comprender un recibo que ya antes de este cambio de reglamento resultaba complicado de entender. Así, el Concello de Agolada organizó ya en mayo del año pasado una sesión para explicar las tarifas que entrarían en vigor, y en Silleda hubo una el pasado abril. Desde el Instituto Galego do Consumo se organizan distintas tandas de ponencias en municipios (por el momento, ninguna de ellas en los concellos de las comarcas), así como talleres en las Oficinas Municipais de Información al Consumidor.

Contactar antes con la empresa

En su web, el Instituto Galego de Consumo explica los pasos que hay que dar para oficializar una reclamación. Aunque no es necesario, aconseja al consumidor que antes de elevar la reclamación a la administración, lo haga ante la empresa. Esta tiene un mes de plazo para responder a la reclamación. Todos los negocios deben disponer de una hoja de reclamaciones, cuya copia puede remitirse a la administración. Suelen ser un folio blanco (que se envía a la administración), otro verde (para e reclamante) y un tercero amarillo (para la empresa). En ella, el reclamante tiene que indicar si desea que el conflicto con la empresa debe ser resuelto a través del Sistema Arbitral de Consumo. En el caso de la factura de la luz, se aconseja que se adjunte ese recibo. Si la empresa no responde a la reclamación, la copia de la misma puede presentarse ante el Servizo Provincial de Consumo, en las oficinas municipales de información al consumidor o en las asociaciones de personas consumidoras y usuarias.

Desde otro sitio web, el de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, esta entidad aporta algunos consejos para rebajar la factura de la luz. Uno de ellos es adecuar la potencia a las necesidades reales de cada hogar. Por norma, cada vez que se cambia la potencia, ha de mantenerse el nuevo contrato durante 12 meses. Como excepción, con la tarifa regulada, desde el pasado 1 de junio, se permiten dos cambios gratis, hasta el 31 de este mes. También es recomendable evitar simultanear consumos.

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