La familia de Iris Ferreiroa López, la niña que el pasado lunes se precipitó por el hueco del ascensor del Museo de Lalín durante una visita al recinto del colegio Xesús Golmar, está pendiente de un parte médico de la pediatra para interponer una demanda al Concello. Su madre, María López, confirmaba ayer la espera a esta Redacción para poder llevar a cabo la denuncia prevista. Según su madre, la pequeña de tres años mejora de sus heridas, aunque todavía se encuentra algo conmocionada por lo sucedido. La menor, que fue atendida en el ambulatorio de Lalín y en el CHUS compostelano, necesitó de media docena de grapas en la cabeza y una escayola en un brazo tras fracturarse un dedo y una muñeca.
