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De sidra pionera a destino gastronómico

Sidra Ribela se reinventa con la puesta en marcha del punto de encuentro A Casa da Sidra

Sidra Ribela se ha reinventado, pero siempre con la sidra como referente. |

Sidra Ribela dio la sorpresa hace un año cuando anunció su intención de retirarse del mundo empresarial. La que durante años fue una pionera y una de las grandes promotoras del auge de la sidra en A Estrada decidía dejar de comercializarse en un momento especialmente duro por la pandemia y destacando el cansancio tras años de trabajo con uno de los proyectos con mayor carácter internacional. Sin embargo, Jesús Armenteros y los suyos tenían en mente hacer algo diferente, una reinvención que les permitiese dar continuidad a su amor por la sidra, la buena comida y la naturaleza. El resultado de ese paso adelante es “A Casa da Sidra”, un nuevo proyecto que recuerda a las sociedades gastronómicas tan conocidas en lugares como el País Vasco, pero un carácter más privado.

A Casa da Sidra se levanta en el lagar donde hasta ahora se fabricaba su sidra, aunque ahora centrado en una vertiente más gastronómica y todo presentado como una sociedad sin ánimo de lucro. Este nuevo proyecto ya tiene abiertas sus puertas para todos los interesados, con tres vertientes. Por un lado, está a disposición de grupos que quieran utilizar sus instalaciones, con horno de leña, parrilla de brasa o cocina de hierro, para hacer sus comidas. Por otra parte, también está abierto a todos los interesados en organizar degustaciones de productos locales, con elaboración de platos especiales, en una apuesta por el rural y el producto local. Por último, A Casa da Sidra también ofertará sus propios showcooking. Se trata de experimentos a nivel culinario que tendrán en muchas ocasiones la base de la sidra y la manzana de A Estrada. “Es una forma de promocionar los productos locales y al mismo tiempo con un carácter pedagógico”, explica Armenteros.

A pesar de parar su producción empresarial, la Sidra Ribela sigue embotellándose y ofertándose. Lo hace gracias a un convenio con una sidrería vasca a la que mandan las manzanas desde A Estrada. Sin embargo, en Ribela se han quedado con una pequeña parte de la producción, la experimental. Aquí, prueban nuevos sabores que mezclar con la sidra y la manzana locales, sabores que después se pueden añadir a platos, aunque ya sin un carácter comercial.

“Siempre nos gustaron las visitas”

De sidra pionera a destino gastronómico Lois Docampo

Jesús Armenteros, la cara más visible de Sidra Ribela, reconoce que una de las cosas que más les gustaba de su proyecto empresarial era cuando las personas se acercaban a su lagar para conocerlo, probar su sidra y degustar algunos de los productos de la zona. Esa propuesta hizo que gente de todas partes del mundo conociese su casa. “Ver a esa gente venir a una aldea como Ribela, que incluso muchos vecinos de A Estrada no saben dónde está, era un orgullo. Nos encantaba presumir de lo nuestro y queremos seguir haciéndolo”, afirma Armenteros deja claro que su intención no es competir ni hacer la competencia desleal a los restaurantes, sino ofrecer un espacio de encuentro en el rural para reunirse y comer sin un objetivo empresarial.

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