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Un “funeral” con sonido de cuchillos y tenedores

Crespo entrega regalos institucionales a Feijóo en el ágape oficial. Bernabé/Javier Lalín

Terminados los actos institucionales en Lalín, el foco de la Feira do Cocido se desplazó al Pazo de Bendoiro para la celebración del ágape oficial. Congregó a unas 220 personas para la degustación de un cocido exquisitamente preparado, acompañado de los postres típicos y culminado con la no menos tradicional queimada. Antes de que se prendiese fuego al aguardiente, se produjo la batalla dialéctica en que se convirtieron los discursos del alcalde de Lalín y el presidente de la Xunta en los últimos años, introducida por la maestra de ceremonias, una Belén Gestal que tuvo reparo en calificar de “maravilloso” al equipo de gobierno de José Crespo Iglesias, artífice de este “grandísimo éxito que es la Feira do Cocido”.

Un “funeral” con sonido de cuchillos y tenedores

“La pandemia aún se nota, durante la comida se oían sonar los tenedores y los cuchillos en las mesas, y eso nunca había pasado, estamos más callados, ya parecemos franceses”, proclamó el regidor local. Quiso dejar claro que había invitado a todos los presidentes de la Xunta a pregonar la feria y que, por eso, esta edición tenía que ser la de Alberto Núñez Feijóo. Le reprochó “con cariño” que en 2020 dijese que Lalín ni era el concello con más vacas de leche de España ni el Kilómetro Cero de Galicia, axiomas en los que Crespo, como no podía ser de otra manera, se reafirmó. Luego agasajó al mandatario autonómico con el Testiño, una réplica del cartel de este año, obra de Manolo Paz, y el recién editado libro de la historia de la feria, de Daniel González Alén.

Los gallegos enterramos bien, y hoy acredito que también despedimos bien”, dijo Feijóo tras recibir los regalos de su “amigo Pepe, un buen gallego” cuyo “único defecto es ser del PP”. “Lalín es uno de los sitios en donde, en los mítines, la gente aplaude menos y escucha más. Por eso, aquí nunca se equivocan”, declaró. Así que, confesó, "es una honra poder hablar aquí en el último gran acto como presidente de la Xunta”. “A partir de ahora podré venir como miembro de la cofradía, porque para hablar en esta mesa necesitas ser alcalde de Lalín, presidente de la Xunta o presidente del Gobierno”, añadió. Así que, “por si acaso, me despido como parlamentario de esta mesa, salvo que me presente a alcalde de Lalín”, ironizó. “Si invitan alguna vez al presidente del Gobierno también intentaré venir, en condición de qué no lo sé”, remachó, antes de emplazar a la audiencia a su cita del jueves en Land Rober (TVG).

Su conductor, Roberto Vilar, tomó entonces la palabra, porque “en un funeral, no puede ser el muerto el último hablar”. El humorista piropeó a Feijóo con la definición de político que escuchó en 1990 a Gerardo Fernández Albor: “Una persona normal”.

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