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Menos forraje, pero de buena calidad

El primer corte de ensilado está afectado por la escasez de lluvias y de fertilizantes

Imagen de archivo de ensilado de hierba en A Veiga. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La meteorología manda en el campo. Las lluvias de estos días retrasan los trabajos de la primera campaña de ensilado, y precisamente la falta de precipitaciones durante los meses de invierno son las responsables de que se recoja menos forraje aunque, eso sí, puede ser de buena calidad gracias a las jornadas de sol.

Desde Cobideza su presidente, Román Santalla, avanza que la campaña va a ser “muy regular, en comparación con las de los últimos años”, porque a la falta de precipitaciones se suma también la escasez de fertilizantes, que en el último año triplicaron su precio. Al verse obligadas a emplear solo abonos orgánicos para ahorrar, las ganaderías cosecharán menos cantidad de silo, por esa falta de nitrogenados. Para más inri, las jornadas sin lluvias de invierno vinieron acompañadas en muchas ocasiones de viento norte, que contribuyó a secar la hierba y a darle un tono amarillo más propio del verano. Eso sí, tras este primer corte sí podrán abonarse las fincas para la segunda campaña.

Menos daños de jabalí en los prados

En cualquier caso, la campaña arranca tarde, por las lluvias. A comienzos de abril suele cosecharse el 30% del forraje de primavera, y el resto del mes y las primeras semanas de mayo, el 70% restante. Al menos, si no ayudó la meteorología, sí lo hizo el jabalí: sus incursiones en busca de comida en los campos de forraje fueron muy inferiores a las de las campañas pasadas. No en vano, la práctica totalidad de las sociedades de caza cubrieron su cupo inicial de precintos, y realizaron además batidas tras detectarse daños en fincas de cultivos. No obstante, Román Santalla recalca que “el jabalí va a seguir ahí, es como una enfermedad endémica”. En este sentido, la Consellería de Medio Rural mantiene abierto desde el pasado 30 de diciembre y hasta el 10 de noviembre el plazo para solicitar compensaciones por destrozos de esta fauna en cultivos.

Más girasol

Tras este primer corte de forraje, las explotaciones o bien realizan un segundo o bien siembran maíz. Y aquí se nota el impacto de la invasión rusa de Ucrania: ante la falta de cereal procedente de ese país, “los ganaderos van a sembrar más maíz y también más girasol”, para depender menos de los cereales, cuyo precio también subió de forma notable por culpa de la guerra. El girasol, hay que decirlo, lleva años consolidándose como una alternativa al maíz, gracias a su calidad proteica y a que no sufre las incursiones de jabalí.

Y de nuevo, llegados a este punto volvemos a hablar de la meteorología. En un año inusualmente seco, el sector agroganadero está preocupado no solo por la falta de lluvia para sus cultivos, sino por la escasez de agua que pueden tener sus pozos si la sequía se agrava durante los próximos meses. En Deza no hemos llegado al extremo de ver pantanos casi vacíos, pero basta con visitar el cauce de los ríos de la comarca: tan bajo ha sido en los últimos meses que ha afectado a la cría de varias especies y favorece la actividad depredadora.

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